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La llegada
del ocaso del Jueves Santo el pasado día 5 de Abril, anunció el comienzo
del segundo de los actos más importantes que organiza el Grupo Paso
Viviente calagurritano, ya en su vigésimo sexta edición consecutiva,
declarado de Interés Turístico Regional por la gran calidad y cuidado
puesto en cada uno de los detalles de la representación. La
Escenificación de la Pasión de Cristo dio comienzo con la llegada de
Jesús a lomos de su borriquilla, recibido por una gran multitud que le
esperaba en el escenario de la Última Cena, al comienzo de la Avenida
Valvanera. Mientras San Juan narraba los detalles de esta profética
reunión del Maestro con sus discípulos, los actores interpretaban cada
uno de los pasos descritos: el Lavatorio de los pies por parte de Jesús a
sus compañeros, la institución del Sacramento de la Eucaristía junto
con la consagración del vino y del pan, y la firme decisión de Judas
Iscariote de vender a Cristo por un puñado de monedas de plata. Tras la
solemnidad de la Última Cena, se recreó la detención de Jesús por
parte de la guardia romana mientras sus discípulos duermen, y su
conducción ante el Tribunal de Sanedrín, ubicado en el solar del Silo,
junto con toda la multitud que siguió fielmente la escenificación. El
Juicio de Caifás, condenó irremediablemente a Jesucristo a sufrir el
dolor de la Pasión y la tortura de la crucifixión, una vez convocados
los miembros del Tribunal para decidir su suerte seguido del lavado de
manos de Herodes. Comenzado el Martirio con los crueles latigazos del
centurión romano y la colocación de la corona de espinas, Cristo recorre
los últimos metros hasta su destino final, reviviendo un calvario tan
sólo asistido por el Cirineo y aliviado por la Verónica. En la siguiente
escena en el monte, aguardan las cruces de los condenados junto a los dos
ladrones que comparten su destino, mientras la traición de Judas
Iscariote le conduce hasta su ahorcamiento. La agonía de Cristo envolvió
en el silencio a los miles de espectadores que cubrían la ladera donde se
desarrolló la crucifixión. En el acto final Jesucristo es descendido y
llevado cuidadosamente al sepulcro donde se produce el milagro de la
Resurrección.
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