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LA ENTREVISTA

Concepción Barco

- Cuidadores del antiguo depósito de aguas -

- Mi padre siempre vivió allí. Trabajaba en los motores subiendo el agua y también cuidaba del depósito vigilando si se sobraba -


 

 

 

 

 

 

Si no veo el proyecto de la Era Alta ya finalizado, no me lo creo, porque llevo desde que era pequeña oyéndolo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Entonces recuerdo que hubo protestas porque el agua no llegaba a la zona de San Francisco, el lugar más alto de Calahorra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era un edificio con una buena estructura que no se iba a caer y se podía haber conservado a pesar de que estaba el otro depósito. Se podían haber hecho cosas con él

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El antiguo depósito de aguas ha sido derribado recientemente para dar paso al nuevo proyecto de urbanización de la Era Alta. Junto al depósito existía una casa para el vigilante y cuidador del correcto funcionamiento del depósito, una casa que vio nacer a tres hermanas, Concepción, Pilar y Mª Victoria y en la que vivieron multitud de anécdotas y vicisitudes hasta el fallecimiento de sus padres. El devenir de la vida de los calagurritanos en torno al antiguo depósito de aguas, una construcción singular en toda La Rioja, es recordado para nuestros lectores por Concepción Barco.

- ¿Cuándo se construyó el antiguo depósito de aguas?

- La fecha exacta no la sé pero cuando yo nací lo ampliaron. Primeramente se construyó la mitad y posteriormente hicieron toda la parte de afuera porque el depósito se quedaba pequeño. Yo tengo ya 72 años y el edificio fue construido con anterioridad a nacer yo. En la casita que había adosada al depósito nacimos mis hermanas y yo.

- Ustedes eran entonces la familia encargada del cuidado del depósito.

- Efectivamente, mi padre, Victoriano Barco, era el encargado del mantenimiento. La verdad es que nos encargábamos todos un poco, tanto mis padres como nosotras hasta que nos casamos. Mi padre siempre ha vivido allí. Trabajaba en los motores subiendo el agua y también cuidaba del depósito vigilando si se sobraba o no se sobraba. La casa iba con el edificio y aunque no era de nuestra propiedad, tampoco era del Ayuntamiento puesto que pertenecía a los accionistas al ser una construcción de promoción privada. Tanto mi padre como mi madre vivieron allí hasta su fallecimiento. Cuando tiraron la casa sentí muchísima pena y cuando han derribado el depósito también, más. Nunca nos hemos alejado de la zona ya que vivimos todavía por aquí las tres hermanas.

- Como era un día de trabajo en el depósito de agua.

- Había que subir y bajar el depósito dos veces diarias. También había que estar pendiente de cerrar las llaves cuando había averías o cuando se hacían obras por las calles de la ciudad. Mis padres tenían unas llaves para la rueda, y de allí podían quitar el agua o darla. Por entonces había muchas roturas y se salía muchísimo el agua. Se salía muchísimo el agua.

- ¿Hubo roturas o averías importantes?

- Cuando yo era pequeña había otros motores en la parte de abajo y como mi padre bajaba mucho por allí, nosotras solíamos bajar para pasar el día con él porque era en el campo, en la Casa de las Aguas, que ya no existe. Fue derribada hace ya tiempo debido a que se modernizó todo mucho. En este lugar había una casa muy bonita, con mucha tierra y con jardín por lo que nosotras bajábamos a pasar el día allí. Había unos motores con correas de antaño y entonces recuerdo que hubo protestas porque el agua no llegaba a la zona de San Francisco, el lugar más alto de Calahorra. A partir de ahí es cuando decidieron, aunque tardaron un año o más, el comprar nuevos motores para sustituir los antiguos puesto que estos no elevaban el agua, no tenían bastante fuerza. También había muchos cortes de agua los domingos porque muchos no trabajaban. Noes como ahora que siempre tienen a alguien, personal que está siempre de guardia. Como no trabajaban y solamente bajaba mi padre a trabajar para elevar el agua y tenerla pues ocurrían estos cortes. Si había alguna avería o algo, pues se lo tomaban con mucha tranquilidad.

- Zonas con mayor problema de suministro.

- Sin duda era San Francisco. Cuando se empezaron a construir edificios más altos, como el rascacielos, no hubo problema ni de suministro ni de bombeo porque ya se había modernizado todo el sistema, dándole más fuerza. Ya estaban los motores nuevos y no los antiguos. Por aquel tiempo también empezaron a hacer construcciones más grandes, por eso navegaron un poco más e hicieron todo más moderno porque si no, no hubiera habido manera de subir agua a ningún lado. Si no se podía subir el agua bien a San Francisco, como para subirla a un rascacielos.

- La calidad del agua.

- El agua de Calahorra siempre se ha caracterizado por tener mucha cal, siempre. Empezaron a meter cosas para la cal, pero antes el agua no tenía nada, que yo recuerde. Lo único que había que hacer era subir agua y se acabó.

-¿Han recibido quejas de los usuarios en estos años?

- Siempre ha habido quejas, pero como lo modernizaron todo, pues mejoró el servicio. Yo creo que ahora hay más quejas.

- ¿Hubo problemas de contaminación del agua, como ha ocurrido recientemente con la contaminación por el pesticida Atrazina?

- No recuerdo ningún tipo de vertido en el depósito, ni de contaminación por algún agente en el agua. No hubo nunca problemas de este tipo mientras estuvo allí mi familia, que yo recuerde.

- La imagen del depósito ha sido una construcción que ha marcado la memoria gráfica de los calagurritanos.

- Desde luego que sí. Cuando intentaron tirarlo incluso mi yerno, que es arquitecto, se asombró porque es una obra de arte. No comprendemos muy bien por qué lo han tirado. Era un edificio con una buena estructura que no se iba a caer y se podía haber conservado a pesar de que estaba el otro depósito. Se podían haber hecho cosas con él, en la parte baja, incluso podían haber montado algún negocio hostelero y sacar partido. En aquel tiempo era una de las construcciones más bonitas que había en toda la zona, no tiene nada que ver con lo que hay en Logroño o en otras localidades. Son de otro estilo.

- ¿Cuándo dejó de funcionar como abastecedor de agua?

- Creo hará más de veinte años, pero no estoy muy segura de la fecha exacta. La población a la que abastecía, que era solo a Calahorra, rondaría los catorce o los quince mil habitantes, por eso se quedó pequeño.

- ¿Cómo vivieron la demolición?

- Cuando vimos que lo estaba derribando nos invadió una gran pena. Pero bueno, si lo quieren hacer así y va a ser para mejorar todo, pues adelante. ¡Qué le vamos a hacer! Nosotros no podemos mandar nada. Ya hicimos una protesta para evitar que lo derribaran hace ya diez o quince años pero no conseguimos nada. Para la protesta recogimos un montón de firmas nosotros mismos porque era una verdadera pena. Pero no nos han hecho caso. No sé si el anterior equipo de gobierno nos hizo un poco de caso y por eso no hicieron nada, pero estos ya lo han decidido así y no se puede volver atrás. Lo han tirado y se acabó.

- El derribo se ha producido en base al nuevo proyecto existente para crear una zona lúdica y de recreo por toda la Era Alta. ¿Conoce el proyecto?

- Ese proyecto se lo he estado oyendo a mis padres desde que era pequeña y todavía no lo han hecho. Recuerdo que mi madre nos decía que no iba a vivir para ver completo el proyecto, que decían que iba a ser desde la Era Alta, pero que su máxima ilusión era vernos vivir cerca, en la misma zona donde se iba a desarrollar el proyecto, en unas casitas. Al fin, ha dado la casualidad que las tres vivimos en el edificio que hace esquina junto al depósito. Si no veo el proyecto de la Era Alta ya finalizado, no me lo creo, porque llevo desde que era pequeña oyéndolo. Parece que es muy bonito, pero lo que hace falta es que continúen con él y lo sigan hasta el final.

 
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