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El Obispo de la Diócesis D. Juan José Omella ofició la ceremonia en
la Catedral - |
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Centenares de niños que han celebrado la Primera Comunión este año
asistieron al acto - |
Finalizadas
ya las primeras comuniones de los niños, el Corpus Christi desfiló por
las calles de la ciudad custodiado por el Obispo de la Diócesis y
precedido por los jóvenes comulgantes de este año. Al amparo de la
custodia del Ciprés, una de las joyas de estilo gótico más importantes
del patrimonio de la Catedral de Santa María realizada por Johann Delaz
en 1462 y donada por el Rey Enrique IV, y bajo la protección del palio
del pelícano, una vez celebrada la Eucaristía que dio comienzo a las
once de la mañana, partió la Solemne Procesión en uno de los días más
importantes que celebran los católicos de todo el mundo: la celebración
del Día en que el Cuerpo de Cristo recorre las calles de la ciudad.
Centenares de calagurritanos, cofradías, asociaciones religiosas y una
representación municipal quisieron acompañar el desfile del Corpus
Christi , subiendo la cuesta de la Mediavilla donde les esperaba el altar
dispuesto por la Cofradía de los Santos Mártires en la entrada del
colegio de las Teresianas, con los bustos de los mártires calagurritanos
San Emeterio y San Celedonio. La comitiva continuó su camino hasta el
siguiente altar ubicado en los porches del Ayuntamiento donde los jóvenes
padres esperaban con sus hijos nacidos en el año, para presentar sus
respetos al Santísimo y recibir la bendición del Obispo de la Diócesis,
cumpliendo así con una tradición muy antigua de la ribera que fue
retomada el año 2006. Finalizado el rito religioso, emprendieron camino
por la calle Mártires hasta llegar al tercero de los altares dispuesto
por la Cofradía de la Santa Vera Cruz, un altar presidido por el Cristo
de la Última Cena rodeado de una alfombra floral de grandes dimensiones
en la que se dibujaron los signos de la Eucaristía, el Cáliz, la Forma,
las iniciales de Jesucristo, cuatro ángeles en cada vértice y los
anagramas de la Cofradía de la Vera Cruz sobre un fondo verde. La marcha
por las calles principales de la ciudad del Señor Sacramentado finalizó
en el templo de Santiago, donde D. Juan José Omella impartió la
bendición a los numerosos fieles congregados para acompañar al Cuerpo de
Cristo en este día de celebración.
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En esta
multitudinaria procesión, la más importante de la religión católica,
el Cuerpo de Cristo recorrió de nuevo las calles principales de la
ciudad donde se ubicaron tres altares para dar la bienvenida al Señor,
acompañado por el Obispo de la Diócesis y precedido por los niños que
este año han recibido su primera comunión .
