Hay personas que están en el equipo cogiendo el teléfono y hay otras
personas que hacen otras muchas cosas, por lo que estaremos alrededor de
cien personas y todos voluntarios
Generalmente llama gente con dificultades en las relaciones, ya sean familiares
o de pareja, personas que se sienten solas o que tienen dificultades para
relacionarse con los otros.
El 15 de Noviembre, que es el Día Nacional de la Escucha, este año lo hemos
centrado en la “Escucha a la Mujer” porque tres de cada cuatro llamadas son
mujeres
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Este es el cuarto año desde que el
Teléfono de la Esperanza abrió sus puertas en la Comunidad de La Rioja, y
desde entonces, cerca de 5.000 personas han marcado su número para pedir
ayuda, una ayuda que muchas veces llega tan sólo con explicar sus problemas,
dificultades o vivencias, en suma, siendo escuchados. Magdalena Pérez dirige
esta institución dedicada a ayudar a los demás, junto con cerca de cien
voluntarios, entre los que se cuentan también con profesionales
especializados, y que funciona durante las 24 horas del día, ya sea lunes o
domingo, siempre pendientes de escuchar a la gente que se encuentre en
situación de crisis o con problemas, para ofrecerles un rayo de esperanza.
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¿Cuándo se fundó el Teléfono de la Esperanza y con qué objetivos?
- El Teléfono de la Esperanza se puso en marcha en España en el año 71, hace
ya más de treinta años, pero aquí en La Rioja se abrió en Noviembre del
2004. Durante muchísimos años se han abierto muchos teléfonos a lo largo de
todo el territorio, en este momento hay 25 en toda España, y en el 2000 fue
cuando empezamos a plantearnos si era posible realizarlo aquí en La Rioja y
para el 2004 ya teníamos preparado un equipo de voluntarios con el que poder
empezar a ofrecer el servicio. Nosotros lo que hacemos fundamentalmente es
ofrecer una ayuda por teléfono, y también personalmente, a personas que
están en situación de crisis, a cualquier persona que está en una situación
que para él o para ella es difícil, que valora que es crítica y que necesita
una ayuda, una orientación o una escucha. Nosotros ofrecemos un teléfono en
el que es gratuito lo que es el servicio, pero la línea no ya que es una
línea normal, y sobre todo es anónimo. Esto es muy importante. Cualquier
persona puede llamar y va a encontrar un espacio en el que se le va a
escuchar lo que le pasa y en el que se le va a ofrecer una orientación que
le sirva, no tanto para resolver sus problemas porque nosotros no resolvemos
problemas, pero sí ayudar a que cada uno se resuelva los suyos.
- ¿Cuántas personas forman en la actualidad el equipo?
- En este momento, en todo el teléfono porque hay personas que están en el
equipo cogiendo el teléfono pero hay otras personas que hacen otras muchas
cosas, estaremos alrededor de cien personas y todos voluntarios ya que
nuestro servicio es las 24 horas del día.
- ¿Y cuántas solicitan el servicio al cabo del año?
- Todavía no hemos sacado las estadísticas del año 2007, pero en el año 2006
tuvimos 1700 llamadas por lo que estimamos que será eso o más ya que vemos
que cada año hay un incremento y este año también ha habido. Desde que
empezó, creo que habremos tenido cerca de 4.000 llamadas.
- Desde el Teléfono de la Esperanza no sólo se realizan intervenciones en
momentos de crisis sino que además desarrollan otro tipo de programas.
- Nuestra labor fundamental es la atención telefónica pero cuando el
orientador, que es la persona que coge el teléfono, valora que la persona
necesita una atención más especializada o a veces es la misma persona la que
pide una atención más específica, le ofrecemos atención con profesionales.
Tenemos un departamento con profesionales, que también son voluntarios, de
abogados, trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras. En función de lo
que le pase le ofrecemos uno o varios profesionales que le van a ayudar en
una situación de crisis, ya que lo que hacen por ejemplo los abogados es una
orientación puntual sobre lo que está pasando, los
psicólogos hacen un abordaje de intervención en crisis durante el tiempo que
la crisis dura y luego si la persona necesita un trabajo más profundo se le
remite a otras organizaciones dentro de la Comunidad. Los trabajadores
sociales realizan también una función de ayuda en situaciones de urgencia y
además de esto tenemos un programa de Promoción de la Salud Emocional en el
que incluimos cursos de crecimiento personal o de autoestima. Algunos de
estos cursos se realizan en la propia sede y otros los realizamos fuera
porque no hay espacio, aunque luego se realicen aquí las actividades
diarias. Cada vez ofrecemos más cursos y más talleres a lo largo del año
sobre todo en esa línea, en la Promoción de la Salud.
- Junto con estos servicios, tienen también a disposición un Servicio de
Orientación Familiar.
-Sí, dentro de los profesionales que realizan su labor voluntaria, en el
Departamento de Psicología y de Trabajo Social se dispone de orientadores
para la familia.
- ¿Cuáles son las intervenciones más frecuentes?
-La verdad es que llama cualquiera, hemos tenido llamadas desde chicos y
chicas jóvenes hasta personas mayores, pero la verdad es que el mayor número
de llamadas que recibimos son de personas entre los 30 y los 50, en esta
franja de edad, y además la mayor parte de las personas que llaman son
mujeres. De hecho el 15 de Noviembre, que es el Día Nacional de la Escucha,
este año lo hemos centrado en la “Escucha a la Mujer” porque tres de cada
cuatro llamadas son mujeres. En cuanto a las situaciones, la mayoría de las
veces se llama para que alguien les escuche, independientemente de qué les
pase, sea un motivo u otro, llaman fundamentalmente para que alguien las
escuche y poder contar lo que les pasa sin que nadie les diga nada ni que
les juzguen, ni les cuestione ni les critique. Simplemente quieren que se
les escuche para así poder ver las cosas de otra manera. Este es el motivo
fundamental y así nos lo dicen ellos, aunque generalmente llama gente con
dificultades en las relaciones, ya sean familiares o de pareja, personas que
se sienten solas o que tienen dificultades para relacionarse con los otros.
Esto es el mayor número de llamadas. Luego hay de todo; maltrato, acoso,
problemas de duelo, de pérdida afectiva, de enfermedades, de inmigrantes,
etc. La población inmigrante también utiliza el servicio y en algunos casos,
si no tienen acceso al teléfono, vienen directamente a la sede y les
orientamos sobre el tipo de ayuda que podemos ofrecerles, cómo pueden
hacerlo, de hecho, para esta población hay en marcha un Taller Emocional.
-¿ Y las víctimas de violencia de género?
-Efectivamente, también llaman tanto hombres como mujeres que han recibido
maltrato y en alguna ocasión personas que lo han infringido. Esto es un
servicio anónimo y la persona muchas veces se siente con la libertad de
poder explicar y contar cosas que no puede explicar en otros sitios o en un
cara a cara. Cuando nos llaman, nos llaman en una situación de dificultad
propia para manejar sus cosas, sus impulsos y también es importante una
orientación. Generalmente derivamos, ya que conocemos todos los recursos que
hay en la Comunidad, a los servicios específicos porque nosotros, por
ejemplo, no tenemos un servicio de acogida para mujeres maltratadas, pero
conocemos dónde, ponemos en contacto a las personas. Como hablamos de malos
tratos también se hace con casos de anorexia, bulimia, trastornos de la
alimentación o cualquier otra situación que valoremos que es importante
utilizar recursos o por lo menos darlos a conocer.
- El voluntariado, ¿Necesita formación específica?
- Para ser voluntario primero hay que querer serlo, tener voluntad, pero
nosotros el tema de la formación lo valoramos fundamentalmente ya que sólo
con la buena voluntad no es suficiente. Por las características del servicio
que nosotros hacemos, que es escuchar a personas que están en situación muy
crítica, con dificultades y con vivencias muy complicadas, hace falta tener
un autoconocimiento o saber cómo estoy yo. Por eso hacemos unos programas de
formación que son largos y exigentes pero que ayudan a que cada uno haga un
trabajo de conocimiento de uno mismo para que luego pueda hacer un trabajo
específico de atención y de especialización en escucha. Cualquier persona
que quiere colaborar con el Teléfono hace estos cursos y de hecho, a finales
de Enero, comenzará el curso de este año ya que son cursos anuales. Todas
las personas que estén interesadas en realizarlo pueden ponerse en contacto
con nosotros en nuestro teléfono. Lo único que pedimos es un mínimo
equilibrio psicológico, pero eso ya lo valoramos nosotros, y un mínimo de
edad, que calculamos que ha de ser entre los 23 ó 24 ya que también creemos
que se han de tener ciertas experiencias en la vida para poder comprender
las cosas que escuchamos, cierta madurez. Por eso este tipo de voluntariado
no está indicado para la gente muy joven.
- ¿Cómo se financia la institución?
- La mayor parte de la financiación que tenemos, casi el 90%, procede de la
financiación interna de las cuotas de socios. Cualquier persona que colabore
en la actividad o que no colabore en el día a día, puede colaborar
económicamente para que esto se mantenga. Esto es la base. También recibimos
alguna ayuda del Ayuntamiento de Logroño, de Caja Rioja y de Caja Navarra.
Cualquier persona puede realizar una aportación económica anual y esto
supone que nos ayudan económicamente a mantener esto, ya que por ejemplo
nosotros estamos en alquiler y los gastos son muchos, y además recibirán una
revista muy interesante del Teléfono de la Esperanza cada dos meses donde
les vamos informando y les hacemos partícipes de lo que vamos haciendo.
- Para llamar al Teléfono de la Esperanza y contactar con ustedes.
- Deben llamar al teléfono 941 490606. Pueden llamar tanto para el Teléfono
de la Esperanza, para apuntarse a los cursos o porque necesita el teléfono
como una herramienta para poder expresar lo que le pasa y sentir que no está
sólo durante las 24 horas del día.
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