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Capuchón y túnica dorados junto a capa morada para el nuevo paso de "La
Caída" - |
La procesión
de "La Borriquilla", acompañada por una marea de ramas de laurel y de
vistosas palmas, precedió la sucesión de procesiones que convierten a la
Semana Santa Calagurritana en una de las más importantes de la Comunidad
y de gran interés turístico nacional atrayendo a numerosos visitantes
para poder participar en este singular espectáculo para el que cerca de
1.500 calagurritanos han trabajado sin descanso. El lunes comenzó con la
tradicional Procesión de los Labradores, desfilando los pasos de "La
Oración del Huerto" y de la "Virgen de la Soledad" que desde hace doce
años acompaña a esta importante talla que recrea uno de las escenas
iniciales de la Pasión sufrida por Cristo hace más de dos mil años. El
Vía Crucis Penitencial Juvenil partió desde el Convento de las Madres
Carmelitas tras pronunciarse en el propio Monasterio la primera de las
estaciones, acompañando al Cristo en la cruz hasta el Templo de San
Francisco donde permaneció hasta la celebración de la Magna Procesión
del Santo Entierro. La Iglesia de los Santos Mártires se convirtió en la
noche del Miércoles Santo en un nuevo punto de partida para los Cofrades
que desfilaron portando la magnífica talla de Bascardo de madera
policromada escenificando el Calvario y ya el Jueves Santo, por la
mañana, centenares de calagurritanos se reunieron en la Glorieta del
Ayuntamiento para asistir al emocionante encuentro producido entre el
Santo Cristo de Medinaceli, que salió desde el colegio de los Padres
Agustinos, con su madre, que partió este año desde los Santos Mártires.
A las 14:00 h. de este día estalló en la calle General Gallarza la bomba
de ETA que, si bien conmocionó a la ciudad, no interrumpió el desarrollo
del programa de celebración de la Semana Santa.
El Santo Cristo de la Vera Cruz fue procesionado en la mañana de Viernes
Santo, a la espera de celebrar una de las procesiones más espectaculares
de la Semana Santa Calagurritana, la Procesión del Santo Entierro cuyo
paso fue abierto por la Bandas de Cornetas y Tambores, seguida por el
libro de Actas de la Cofradía, las mazas y las cruces de metales nobles,
siguiendo a continuación el primero de los Pasos, el de La Borriquilla,
seguido por el paso de la Última Cena y la Oración del Huerto hasta
llegar a la muerte y entierro de Jesús en el Santo Sepulcro custodiado
por la Virgen Dolorosa reflejando la esperanza de la Resurrección.
Tras el descanso del sábado, la lluvia hizo acto de presencia el domingo
e impidió la celebración de la Procesión del
Cristo Resucitado y Virgen Gloriosa.
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Que la
locura de unos pocos no puede modificar las tradiciones sobre las que se
asienta una sociedad fue el argumento y el sentimiento unánime que animó
tanto a los organizadores como al público general a asistir y acompañar
la celebración de la Semana Santa en Calahorra según el programa
previsto.
