La comida de los niños es importantísima porque según como coman luego serán
ellos y con una buena alimentación se piensa mucho mejor
Foto gentileza de Patxi Uriz
Que no se me olvide felicitar al señor que hace las morcillas de Calahorra. No
sé quién las hace pero un diez, con sus piñones, riquísimas.
Si los alimentos están ahí es porque tienen que estar
La felicidad más grande después de los hijos que Dios me ha dado y tan buenos,
ha sido el trabajo
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La pasión de
Angelita Alfaro han sido siempre los fogones y las alpargatas, dos aficiones
a los que se ha dedicado en cuerpo y alma y en las que ha derrochado
creatividad e imaginación para elaborar unas creaciones culinarias que
causan admiración allí donde las presenta. Próximamente, esta afamada
cocinera nacida en La Rioja pero afincada en Navarra, se desplazará hasta
Calahorra para participar en las XII Jornadas de las Verduras donde
presentará sus nuevos libros de recetas para mayores y niños: "Entre
fogones" y "Te compro un huevito" respectivamente, unos libros que han
alcanzado un gran éxito entre el público gracias a la sencillez de sus
elaboraciones; un compendio de recetas modernas pero, como ella dice, "con
raíz tradicional".
-
Toda una vida dedicada a su pasión, la cocina.
- Empecé a trabajar muy joven, a los once años, pero recuerdo que hice mis
primeras alpargatas a los siete años, aunque a la gente le suene raro,
porque yo soy de Cervera del Río Alhama. Me bajé a Tudela con mi abuela
paterna y allí vi que había una señora de mi pueblo que daba alpargatas para
hacer a la gente y yo como he sido siempre muy inquieta con respecto al
trabajo, le pedí a la señora que me dejara hacer "de por la suela", que era
un reborde que se le hacía a la suela por aquel entonces. A los once años ya
estaba de niñera en una casa que tenía jefe de cocina, cocinero, doncella,
niñera y ama de llaves. Recuerdo que me llamaba mucho la atención el hecho
de que hubiera un cocinero con gorro blanco y todo, que en aquellos tiempos
era más que en un hotel ahora. De aquellos años todavía tengo guardada la
receta de salsa de perdiz que le veía hacer a aquel hombre y que me
maravillaba a mí. Empecé a recopilar recetas de aquel hombre con mucho
entusiasmo, además también mi madre era cocinera de los comedores escolares
y hacía unas lentejas y unas albóndigas que nunca he podido pillar, nunca la
he ganado yo, porque todo lo de la madre siempre es lo mejor. Desde
entonces, toda mi vida he estado con la cocina. A los 16 años emigré a
Pamplona y yo me quería meter de cocinera, pero sólo me metían de doncella
porque era muy mona; ahora soy un cromo pero entonces yo era muy mona porque
era muy finita, delgadita.
- ¿Cómo empezó a trabajar profesionalmente en la
cocina?
- A los 21 años hice un trueque con la cocinera de la casa: si yo le cantaba
canciones de Sarita Montiel y le daba friegas de alcohol (porque tenía
reuma) me dejaba cocinar cuando no estuviese la señora. Y así lo hicimos.
Recuerdo que le tuve que escenificar "El último cuplé" de Sara Montiel
durante toda la noche a la cocinera porque ese era el pacto y recuerdo esto
como una anécdota muy graciosa. Yo soy muy natural y esto se ve. Toda mi
vida me he dedicado a trabajar y a trabajar, haciendo de todo, ya que era la
mayor de cuatro hermanos y éramos muy pobres pero muy dignos. He tenido una
madre que fue una señora toda su vida, de lo más trabajador y esto lo hemos
heredado las hijas de ella, y la felicidad más grande después de los hijos
que Dios me ha dado y tan buenos, ha sido el trabajo. Le voy a decir a la
gente una cosa muy bonita que hago yo por las mañanas cuando me despierto:
lo primero es pensar a quién le puedo hacer feliz hoy, de quién no se
acuerda nadie de escribirle una carta, sea porque es un pariente abandonado
o porque es menos afortunado. Hoy no escribe nadie creo que nada más que yo,
la cartera ya tenía ganas de conocer a la persona que escribe tantas cartas.
Me paso el día escribiendo, ya sea las recetas de cocina o las cartas porque
a mí me encanta crear e imaginar. Y las alpargatas también. Ya tengo los
bordados porque el día 16 es el cumpleaños del Papa y ya estoy yo a mandarle
unas a Benedicto XVI para que no sea menos. Todavía espero del Arzobispado
de Pamplona la foto con las otras alpargatas, aunque sea en las manos del
Santo Padre porque yo tengo muchas fotos. La última que he recibido es de la
Princesa Leticia con las niñas de Navidad, porque tanto a ellas como a sus
primitos cuando nacieron, yo les mandé alpargatas de pamplonicas.
- Viene usted a Calahorra a presentar un libro de recetas de cocina para
niños durante la celebración de las Jornadas de la Verduras.
- Seguro que me meto a los niños en el bolsillo porque en Madrid, con los
hijos de Alicia Borrachero (Fany de Hospital Central) y a las mamás de la
jet-set, me las metí en el bolsillo, no se movieron. Voy a ir a ver a los
niños de la Guardería para presentar mi nuevo libro "Te compro un huevito"
aunque mi libro es hasta los diez años, pero también sirve para mayores
porque de mayores se termina comiendo como los bebés, con purés, verduras y
cremas. De este libro destacaría su sencillez, y como primer objetivo, el
enseñar a comer a los niños ya que, como suelo decir yo, a un niño lo que no
se puede pretender es que se coma un plato de guisantes, pero si le pones un
huevito escalfado en un plato bonito, le pones un puñadito de jamón, un par
de puntitas de espárragos y un puñadito de guisantes, y luego lo pones un
poco al horno, con un poquito de chorizo de nuestra tierra, pues lo comen
mucho mejor. Que no se me olvide felicitar al señor que hace las morcillas
de Calahorra. No sé quién las hace pero un diez, con sus piñones,
riquísimas. De hecho, yo cené anoche morcilla de Calahorra dulce que me la
trajo un conocido. La comida de los niños es importantísima porque según
como coman luego serán ellos y con una buena alimentación se piensa mucho
mejor. Este libro, como era tan importante, se lo entregué a la Doctora
Roselló de "Saber vivir", que es mi amiga porque estuvimos recogiendo sendos
premios en París, yo por la "Dieta de la vida" y ella por su programa, y
ella repasó todas las recetas de una en una. Es un libro que ojalá hicieran
en mi pueblo lo que va a hacer el alcalde de Dicastillo, que a todos los
niños les va a regalar un ejemplar de "Te compro un huevito" en vez del
pañuelo de fiestas ya que en definitiva es también una enseñanza para los
padres y las madres. Luego presentaré también mi nuevo libro titulado "Entre
fogones" para los mayores, una auténtica joya, para que los mayores se den
un festín un su casa sin tener que salir a un restaurante en días que se
quiera agradar al marido o a la pareja. Ahí está Angelita Alfaro, con una
cocina moderna pero siempre con una raíz tradicional.
- ¿Qué hay que tener en cuenta para elaborar una buena receta?
- Primeramente hay que pensar que hay que meter mucha verdura. No hay nada
mejor para mí que un panaché de verdura cocida independientemente, porque
desde luego no tiene nada que ver el cocinar todas las verduras de golpe que
tener cada una de ellas sus diez minutitos por separado. Tanto para niños y
para mayores, todo lo que pueda hacerse con aceite crudo porque hay que
evitar en todo lo posible las frituras, aunque yo no predique mucho con el
ejemplo, pero el principal ingrediente de todos es el cariño, comida sana y
comida equilibrada porque hay que comer de todo. Si los alimentos están ahí
es porque tienen que estar. Aquí tenemos el corderito de La Rioja, la
ternera de Navarra y el vino de ambos sitios porque a mí el tinto de La
Rioja que no me lo toque nadie.
- ¿Para quién ha cocinado de una manera especial, más a gusto?
- He cocinado para gente muy importante, importantísima; en mi casa ha
estado comiendo mucha gente porque yo tengo muchos amigos en todas partes
pero para quien más a gusto he cocinado ha sido para una familia humilde de
rumanos que cada mes les he dado un menú exquisito con cariño de madre. Y
les he dicho "todo esto porque aquí no tenéis a vuestra familia, para que os
sintáis como en vuestra casa". A mí me gustan mucho los pobres, la gente
desvalida, la gente que no se acuerda nadie de ellos; es la gente que más me
gusta y la que más quiero. Y con esto no voy a decir que no me gustó mucho
el día que estuve con Tita Cervera, con la que me saqué muchas fotos porque
le hice unas alpargatas. También le mandé unas alpargatas para sus
chiquillas y ahora le estoy haciendo unas para su nieto Sacha, aunque ese
nieto es de armas tomar. Yo hubiera pensado igual que ella pero no hubiera
tenido tanto carácter como ha tenido ella. Es una mujer encantadora que
conocí en Los Arcos porque teníamos una entrevista juntas y disfruté mucho
con ella de lo sencilla que es, aunque para hacerse las fotos se tenía que
agachar porque yo soy bajita.
- Una
receta de su último libro "Entre fogones".
- Vamos a hacer unas "Brochetas de codorniz y pollo con verduras" que son
todo un lujo. Necesitamos para cuatro personas de buen yantar, dos
codornices deshuesadas, cuatro filetes finos de pechuga de pollo, cuatro
pimientos verdes que no sean muy grandes porque son más finos y con los
pimientos de Calahorra, anda que no voy a gozar cuando vaya, una berenjena,
ocho espárragos, un pimiento morrón o medio, sal y pimienta. Además este
plato lleva una salsa muy rica que se hace con una cucharadita de sésamo
(unos granitos que lleva el pan y que pueden adquirirse en la panadería) un
vasito de oporto, un vaso de caldo de ave, dos cucharadas de aceite de oliva
virgen de Cabretón y una cucharada de vinagre de módena. La elaboración es
lo más fácil del mundo: ponemos todos los ingredientes en un cazo y lo
dejamos reducir hasta que se quede a la cuarta parte, como denso. Mientras
se reduce procedemos a montar las brochetas de la siguiente manera:
ensartamos un dado de pechuga, un cuarto de pimiento verde, un dado de
berenjena, un espárrago partido en dos, un dado de codorniz, un dado de
pimiento rojo y comenzamos otra vez la serie. Así sucesivamente hasta
terminar la brocheta que luego salpimentamos. En una sartén grande de aceite
de oliva freímos dando la vuelta constantemente porque son cosas tiernas y
cuando estén hechas se pone en el plato de presentación y se salsea por
encima. Está de toma pan y moja, digna de Calahorra y de mi tierra, Navarra.
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