Tenemos bastantes casos en los que hay familias con el problema de no
llegar a fin de mes porque un cabeza de familia ha perdido su empleo. Antes
tenían dos sueldos y ahora sólo entra uno.
"Lo más importante es ayudar al que lo necesita pero
también para nosotros es muy importante la discreción y el secreto."
Además de dinero
también necesitamos de gente con experiencia, trabajo y buena voluntad. Así
que el que quiera colaborar con su tiempo que se pase por la oficina, les
cogeremos sus datos y le mostraremos los distintos programas que hay y ellos
podrán elegir el que más le guste.
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En una misma
navidad caben muchas navidades diferentes. A pesar de la crisis todos
hacemos un esfuerzo para preparar las tradicionales comidas familiares y los
regalos propios de la navidad, pero también hay gente que se tiene que
plantear sus prioridades y que puede sufrir escasez. Consultamos a Chelo
Fernández de Cáritas en Calahorra cómo está la
situación entre los más desfavorecidos.
-¿Cómo
se está notando la crisis en el aumento de la pobreza?
- La situación ha sido muy clara, primero se empezó a notar en las grandes
ciudades, con posterioridad llegó a las ciudades pequeñas y en este momento
está llegando ya a los pueblos grandes como puede ser el nuestro. En La
Rioja en concreto, como en octubre tuvimos las vendimias, se podría decir
que nos "medio salvamos" ese mes. Hubo una inyección de dinero, un mes donde
la gente volvió a tener trabajo, por un periodo corto de tiempo que no
obstante ha conseguido paliar un poco la situación y medio salvarnos.
- ¿Y ahora?
- Esto es lo malo, pasado octubre, volvemos a tener otra vez el problema
encima. Tenemos bastantes demandas de alimentos y este era un hecho que no
se daba desde hacía mucho tiempo. Gente que está viniendo a que le ayudemos
económicamente para costear el recibo de la luz, o el recibo del gas o
incluso el recibo del teléfono. Claro está que el teléfono no lo pagamos a
nadie, pero luz y el gas… con este frío que hace la calefacción se hace
imprescindible, sobre todo donde hay niños.
-¿Tenemos en esta zona casos verdaderamente graves, personas que estén
pasando hambre?
- Graves de que alguna persona se quede sin comer, no. Eso todavía no
existe.
-¿En qué punto estamos entonces?
- Te pondré un ejemplo. El otro día acudía a Cáritas una madre con cuatro
hijos que me decía: o pago la hipoteca o les doy de comer. ¿Se están
quedando sin comer? no, pero están dejando de pagar la hipoteca. Están
dejando de pagar algo muy importante que traerá unas consecuencias muy
malas, por una necesidad primaria, muy básica como es la comida. Hay gente
lo está pasando muy mal.
-¿En cuanto al paro?
- Ya tenemos despidos en esta zona. Tenemos bastantes casos en los que hay
familias con el problema de no llegar a fin de mes porque un cabeza de
familia ha perdido su empleo. Antes tenían dos sueldos y ahora sólo entra
uno. El proceso fue claro. En mayo-junio comenzó a venir la gente y decía:
me han despedido, me he quedado sin trabajo, ayúdame a hacer los papeles del
paro y también ayúdame a encontrar un trabajo. Estamos hablando de
mayo-junio. Durante agosto y septiembre teníamos el siguiente problema: Se
me está acabando el paro y sigo sin trabajo. Llegó octubre con las vendimias
y como he comentado antes, medio nos salvamos. Ahora llegado noviembre y
diciembre, ya no tienen el paro porque se les acabó en septiembre, tampoco
hay vendimia. No hay paro, no hay ayuda familiar, es invierno y no hay
trabajo en el campo. ¿Qué hacemos? Además suelen ser familias con niños, y
en algunos casos sólo entraba ese suelo en casa.
- Recibe el que viene a pedir y lo necesita, pero habrá familias que no
pidan por vergüenza y también lo necesiten. Gente que nunca ha sido pobre y
que ahora se encuentra en un estado de pobreza .
- Antiguamente a estas personas se les denominaba los pobres vergonzantes.
Gente que siempre ha tenido para vivir normal pero que en un momento dado
han pasado algún tipo de revés económico. Ahora los ves por la calle y
aparentemente llevan una vida normal, en la calle no se les nota y los
conoces de siempre; pero están pasando grandes estrecheces. Esta gente
existe y está pasando hoy y ahora. Es gente que no se atreve a pedir porque
les da vergüenza. No se suelen atrever a entrar a la oficina de Cáritas o a
pararme por la calle aunque me conozcan de toda la vida. Estas personas
-sobre todo las mujeres- se atreven más a hablar con un sacerdote. Así que
si les da apuro venir a Cáritas, pueden hablar con un sacerdote de su
confianza. De este modo la discreción está asegurada. Nosotros nunca
sabremos quiénes son, pero a través de ese sacerdote, recibirán la ayuda.
-Y si conocemos algún caso ¿Cómo se puede ayudar a este tipo de personas?
- Pues vienes y nos lo comentas en Cáritas. Lo más importante es ayudar al
que lo necesita pero también para nosotros es muy importante la discreción y
el secreto. Por ética, por moral, por secreto profesional, por amor al
prójimo. En Cáritas siempre decimos: "lo que se ve y se dice en la oficina,
en la oficina se queda".
-¿Disponen de alguna estadística del aumento de la pobreza?
-Todavía no porque el estudio lo llevamos a cabo siempre en el mes de enero.
No obstante yo estimo que las demandas de ayuda durante este año habrán
superado el 30% respecto del año anterior. Por supuesto son datos
estimativos porque hasta enero no sabremos las cifras concretas.
- La crisis nos ha sorprendido a todos ¿Cómo ha tenido que readaptase
esta entidad?
- La crisis nos ha cambiado todos los planes. En los dos y casi tres últimos
meses del año han aumentado en tanta medida las demandas que los
presupuestos que habíamos hecho para el 2009 los hemos tenido que modificar
por completo.
- ¿Cuáles son entonces las prioridades en este momento? ¿Cómo se organiza
la ayuda por grado de pobreza?
- Nuestra principal prioridad son los niños. Siempre. Después de los niños
las necesidades básicas de los adultos y ancianos.
Por ejemplo: alimento, calefacción cuando es época de invierno, luz.
Comedores escolares. Por supuesto, ropa.
- ¿Cómo ha sido la campaña de navidad?
- Para la campaña de navidad de este año, se han donado 33 lotes de ayuda,
consistentes en alimentos y productos de primera necesidad. Para organizarlo
hemos contado con la ayuda de unas chicas y chicos de catequesis y del
movimiento Junior.
-¿Cómo responde la gente cuando les llevan este aguinaldo?
- Siempre con mucha alegría y en ocasiones con emoción. Este año una abuela
se nos echó a llorar emocionada cuando le llevamos el lote. No se lo
esperaba. Es una abuela que tiene a su cargo tres nietos pequeñitos. Los
mantiene ella sola porque su hijo está metido en la droga y desaparecido y
la nuera se murió. Los mantiene con una pensión de las pequeñitas, está
haciendo milagros para llegar a final de mes.
- Parece que mucha gente dona ropa a través de los contenedores de
Cáritas.
- Si, pero nunca es mucha. Seguimos necesitando toda la ropa que nos puedan
dar.
- ¿Han bajado las ayudas económicas?
- Si, se ha notado en la campaña de navidad. Durante esta campaña recogemos
todos los años alimentos y ropa. Este año hemos recogido muchísimo menos. El
que antes daba dos mantas, este año está dando una y el que daba 50 ahora da
30.
- En la mayoría de las casas no están faltando los regalos y los turrones
sobre la mesa. ¿Cómo podemos colaborar con Cáritas para ayudar a estas
personas que casi no les llega para comer?
- La forma de colaborar con Cáritas es, o viniendo a nuestra oficina
directamente que estamos de 9:30 a 14:00 y de 17:00 a 19:00h o acudiendo al
banco Sabadell Atlántico, situado donde antiguamente estaba correos, donde
hay una cuenta abierta de Cáritas Calahorra. Se puede ingresar la cuantía
que desee. Teléfono de Cáritas: 941 147672.
- ¿Si queremos colaborar más estrechamente?
- Puedes hacerte socio de Cáritas. De este modo contamos con un dinero fijo
al año. El donativo esporádico es estupendo, pero necesitamos día a día unos
donativos para mantener esto y saber con lo que contamos o contaremos para
elaborar un presupuesto anual y así organizar mejor las ayudas. Con el fijo
de los socios elaboramos programas de atención primaria, programas de
emergencias… El que desee ser socio se pasa por la oficina, deja sus datos y
se compromete a donar cada año una cantidad fija.
-¿De qué cantidad estamos hablando?
- De la que quiera, aunque tenemos un mínimo que es de 10 Euros. Los pagos
pueden ser mensuales, trimestrales, anuales…
- También puede haber gente que decida colaborar
con su tiempo.
- Por supuesto. Nosotros admitimos a todos los que quieran ayudar de una
manera o de otra. Además de dinero también necesitamos de gente con
experiencia, trabajo y buena voluntad. Así que el que quiera colaborar con
su tiempo que se pase por la oficina, les cogeremos sus datos y le
mostraremos los distintos programas que hay y ellos podrán elegir el que más
le guste.
- ¿Cómo son estos programas?
- Son muy variados: unos son por la mañana, otros por la tarde, otros sólo
un par de horas. Unos tienen que ver con la ayuda directa como son los de
atención primaria en los que pones cara a la pobreza; en otros, no ves a los
necesitados para nada y consisten en volcar datos en el ordenador. También
para la ropa. Para el ropero necesitamos mucha gente. Cuando recogemos la
ropa, bien a través de Cáritas o a través de los contenedores, hay que
revisar prenda por prenda. Unas se ponen en el montón de arreglar y otras en
el de lavar. Luego se vuelve a clasificar en buenísimo, bueno y regular. El
buenísimo va a la tienda de Cáritas, el bueno va al ropero y lo regular se
envía a Logroño para reciclar. Las prendas que les falta un botón o con la
cremallera rota se arreglan y listo. Así que necesitamos gente para arreglar
la ropa, para coser y para planchar, porque toda la ropa se da lavada,
tendida, planchada y doblada. Todas sabemos lo que conlleva esto de tiempo y
trabajo. La ayuda de la gente mayor que dice que "ya no sirvo para nada" es
muy valiosa porque ellas saben coser y muchas cosas que ya los jóvenes no
sabemos, además de tener tiempo para hacerlo.
-¿Qué motivo lleva a los colaboradores de Cáritas a ayudar?
- La fé y el amor de Dios.
- Un mensaje de Cáritas para esta navidad
- Todos estamos en crisis y pasándolo un poco mal, pero a pesar de esto
estamos calientes en nuestras casas. Cama, comida y turrón en la mesa. A
pesar de la crisis es un buen momento para compartir porque hay gente que
está en la calle, pasa frío y grandes estrecheces que no son comparables a
las nuestras. Hoy en día se lleva mucho la palabra solidaridad, ahora es el
momento de tenerla de verdad.
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