"Me hubiese gustado hacer
montañismo
de forma profesional. Esto es lo único que me ha quedado por hacer."
"La gente cree que no hacemos nada, pero tenemos que estar al pie del cañón. Yo
ahora, a mi edad, es cuando más trabajo tengo."
El testimonio de la Iglesia con caridad y servicio es muy alto. Los pobres no
acuden al Ayuntamiento o a un partido, acuden a la Iglesia.
"Yo era monaguillo y un día dije: esto es lo mío. Fue así de sencillo"
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Miguel Ángel
Ezquerro, más conocido quizá por todos como Don Miguel Ángel, ya lleva medio
siglo como sacerdote. Él comenzó siendo monaguillo hasta que un día decidió
seguir los pasos del cura con el que ejercía de monaguillo. En estos 50 años
ejerciendo su profesión se ha encontrado con muchos cambios dentro de la
Iglesia y en la sociedad, pero sigue luchando por lo que cree y ayudando a
las personas que se acercan a él en busca de un consejo o un perdón.
Natural
de Pradejón, aunque entre algún municipio de Soria, Calahorra y Logroño ha
pasado su vida. Él es un gran admirador y defensor de su profesión, de hecho
sigue trabajando con 75 años, edad que cumplirá en menos de dos meses. Sin
embargo, hay algo que le ha quedado pendiente por hacer a lo largo de su
vida y es dedicarse al montañismo de forma profesional, si bien es cierto
que los 20 días de vacaciones que tiene al año los utiliza para ir a los
Pirineos y recorrerlos con algún amigo que le acompaña.
- Ya ha celebrado las bodas de oro como sacerdote...
- Sí, me han hecho un pequeño homenaje por los 50 años, por seguir bien y
por estar todavía capaz para la vida pastoral. Yo llegué a Calahorra en el
año 62 y estuve diez años en la Parroquia de Santiago Apóstol. En el 72 me
fui a los Mártires y estuve hasta el 85, después me fui a Logroño, pero
regresé a la parroquia de los Santos Mártires en el 95.
- ¿Cómo transcurrió el homenaje?
- El homenaje fue una eucaristía, después pusieron un Power Point en el que
ser veían imágenes mías desde que yo era niño, aunque no sé de dónde sacaron
las fotos, supongo que de mi hermana. Fue un recorrido por mi trayectoria
como sacerdote desde que comencé en unas parroquias de la provincia de
Soria, cerca de San Pedro Manrique, hasta hoy. Pero toda la presentación
estuvo marcada por mi pasión, que es la montaña. La verdad es que fue muy
bonito. Después tuvimos un lunch al aire libre, en la plazoleta, y tuvimos
la suerte de que nos hizo una noche muy buena porque si lo llegamos a
celebrar al día siguiente con todo lo que llovió... También me regalaron un
cuadro muy bonito que refleja las imágenes de los santos y algunos otros
detalles.
- ¿Qué fue lo que le impulsó a ser sacerdote?
- Yo era monaguillo y un día dije: esto es lo mío. Fue así de sencillo. Yo
veía lo que hacía el cura de mi pueblo, la catequesis y demás y yo era un
fiel monaguillo y estaba metido en todo lo que se hacía. Al principio no
sabía muy bien que era aquello de "lo mío", pero poco a poco me fui
aclarando y así empecé y ahora, sin darme cuenta, ya llevo 50 años
ejerciendo como sacerdote.
- ¿Hay algún otro trabajo o actividad que le hubiese gustado desempeñar?
- Cuando era joven me hubiese gustado hacer montañismo de forma profesional.
Esto es lo único que me queda por hacer, pero no había medios y no había
coches para desplazarte al Pirineo. Aunque yo llevo 31 veranos seguidos
cogiendo las vacaciones en el Pirineo y haciendo montaña. Ahora ya, por la
edad, lo único que hago es senderismo puro y duro. Eso es lo único que me
hubiese gustado hacer cuando era joven, de los 20 a los 40, pero no podía
porque tenía otra profesión y tampoco tenía los medios necesarios.
- ¿Un sacerdote tiene vacaciones al igual que el resto de trabajadores?
- Sí, nosotros estamos en el régimen de la Seguridad Social como
trabajadores a cuenta ajena. Además, por el reglamento interno de sacerdotes
tenemos 20 días si alguno no suple. Pero yo vine de vacaciones el 31 de
julio de 2008 y ahora he tenido tres días libres para hacer otras cosas,
pero hasta ahora no he tenido tiempo. La gente cree que no hacemos nada,
pero tenemos que estar al pie del cañón y tenemos muchísimo trabajo. Yo
ahora, a mi edad, es cuando más trabajo tengo.
- ¿Cuándo se jubila un sacerdote?
- Yo jubilado por el régimen laboral estoy a los 65 años, pero sigo
trabajando con la aquiescencia de la Seguridad Social. Solemos jubilarnos a
los 75, pero si estás bien como hay tanta necesidad de curas, siempre te
dicen que estés otro curso más. Si estás bien el obispo te invita a seguir
un año o dos más.
- Además del montañismo, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?
- Antes hacia mucho deporte, jugaba a fútbol, soy un gran aficionado. Ahora
lo que suelo hacer es leer, pero no tengo tiempo. Es que tengo muy poco
tiempo libre al día, eso sí, si puedo salgo todas las semanas una mañana con
cuatro personas de Calahorra a Sierra Baeza y Monte Real para hacer algo.
- ¿Cómo es su día a día?
- Yo me levanto, aunque si puedo levantarme un poco más tarde de lo normal
lo hago porque me gusta mucho dormir. Después rezo y tengo media hora de
meditación y reflexión. Comienzo a preparar catequesis y muchas otras cosas
que hay que hacer. A mi, por ejemplo, me lleva mucho tiempo el cargo que
tengo de Delegado Episcopal del Clero, que consiste en encargarse de los
problemas de los curas y atenderles, es un cargo designado por el obispo. Y,
así, sin darme cuenta me da la hora de comer, me duermo un ratito en el sofá
y a las 16:30h. ya estoy en la Iglesia otra vez, pero hay días que me dan
las 22h allí porque están las dos misas, estás atendiendo, viene gente al
despacho, estás confesando, vienen transeúntes y tienes que atenderles, etc.
- Desde que comenzó a trabajar como sacerdote, ¿ha cambiado mucho la
Iglesia?
- Es que yo comencé a ser cura antes del Vaticano II. Los cambios han sido
fundamentales, los laicos hoy en la Iglesia son necesarios, el cura sin los
laicos hoy no puede hacer nada y al laico se le da dentro de la Iglesia la
responsabilidad que pueda asumir. También es importante que hoy la Iglesia,
allí de donde se le conozca o se le quiera conocer, es símbolo de caridad,
de servicio a todos los que la puedan necesitar. El otro día escribí en el
boletín parroquial una carta bajo el título "¿Por qué no te callas?" en
defensa de un gran varón que es el Papa Benedicto XVI porque todos los
periódicos, excepto dos, han interpretado mal las palabras que él dijo sobre
los preservativos, él dijo que no era suficiente esta medida. De hecho, las
estadísticas dicen que los dos países de África que están usando una terapia
de educación de la sexualidad y de la familia, está bajando el sida. Y hay
dos diputados del Congreso, que son del mismo partido los dos, que hicieron
una moción para pasarla a trámite y rechazar al Papa por las palabras que
había dicho y los seguidores de este Papa al que quieren rechazar, son los
que en el 95%, en África atienden a todos los centros de cuidado y terapia
contra el sida. Me gustaría saber cuántos de ese partido están dedicados
gratuitamente a cuidar y tratar a personas con sida. Hoy en día, el
testimonio de la Iglesia con caridad y servicio es muy alto. De hecho, los
pobres no acuden al Ayuntamiento o a un partido, acuden a la Iglesia.
- ¿Los ciudadanos siguen acudiendo con la misma frecuencia que antes a la
Iglesia?
- No, ha bajado mucho, estamos diciendo que nos vamos a quedar sin nadie.
Pero también es cierto que los 13 ó 14 años que llevo aquí, la disminución
ha sido poca. Hay ya una bolsa de gente que participa en la Eucaristía del
domingo, en los grupos, actividades parroquiales, etc. Las personas que
acuden ahora a la Iglesia son fieles seguidores, siempre participan.
- ¿Habrá suficientes jóvenes para cumplir el relevo generacional en la
Iglesia?
- No, por eso a los 75 años tenemos que estar en activo. La sociedad no
solamente se ha secularizado, sino que Dios importa poco en muchos sitios,
no es como antes que en cada casa había una experiencia de fe. Pero también
está el bienestar y el cura, con todo lo que digan, para poder comprarse un
coche se pasa toda la vida pagándolo. Además, hoy la gente no se compromete
para toda la vida con nada, se comprometen para 10 años y como esto es un
compromiso para toda la vida pues no interesa. Si se pudiera ser cura para
10 años nada más, habría muchos más, igual habría que mirarlo. Había un
Obispo de Méjico que lo decía, que había que proponer la idea de ser
sacerdote durante 10 años nada más, pero claro esto no se puede hacer por
muchas razones.
- El Papa que más le ha impresionado.
- A mi me impresionó mucho Pablo VI porque era un Papa que tuvo que poner en
movimiento todo el Concilio, tuvo que llevar la tarea más difícil. Juan
Pablo II ya llegó en un momento en el que la Iglesia está más orientada
después del Concilio y fue un Papa muy mediático. El que tenemos ahora es un
sabio humilde, es santo porque la humildad es cosa de santidad. No podría
quedarme con ninguno, aunque siempre hablo mucho de Pablo VI porque me
impresiona mucho lo que logró.
- ¿Qué actividad del sacerdocio es la que más le agrada?
- Me gusta mucho cerrar la Eucaristía con la Asamblea y hacerlo participando
de la celebración. Pero quizá lo que más me guste sea el catecumenado de
adultos por lo que es en sí, hacer presente la buena noticia de Jesucristo.
Aunque también confieso, que hay ocupaciones con las que me canso más, pero
las hago. Es que a la gente le parece que somos dioses y que curamos la
soberbia y la estafa, pero sólo somos mediadores de la gracia de Dios, no
curamos nada.
- ¿Y la fiesta católica que más le gusta?
- El domingo porque es la celebración de la Pascua de Jesucristo y es cuando
se reúnen todos los cristianos para profesar la fe. Es memorial.
- ¿Cual es su momento más feliz y su momento más triste como sacerdote?
- El momento más feliz, que yo recuerde ahora, es el día del homenaje. Y los
momentos más difíciles son cuando mueren nuestros padres porque a nosotros
no nos queda la esposa ni los hijos.
- Es difícil enfrentarse a un funeral, ¿Cómo se afronta?
- Yo creo que es la celebración en la que más cerca está el sacerdote de la
familia y viceversa. Se viven con mucha empatía. Eso sí, lo que más nos
impresiona a nosotros es que los que más lloran en los funerales son los
nietos y las nietas y es bonito ver como demuestran lo que querían a los
abuelos.
- ¿La crisis está afectando a las limosnas de los creyentes que acuden a
la Iglesia?
- No, al revés. En Calahorra la crisis la sienten los inmigrantes, sobre
todo los árabes, pero como saben que tenemos un proyecto de ayuda, no han
bajado sus limosnas. La gente que viene a la Iglesia, al igual que el 80% de
Calahorra, no siente la crisis como está pasando en lugares más grandes. De
los 95.000 euros que tuvimos de ingresos en 2008, el 30% lo enviamos al
Domund, Proyecto Hombre, Cáritas, etc. Y de lo que queda, el 10% lo
empleamos en ayudar a familias necesitadas.
- ¿Qué es Comunidades y qué relación tiene con la Parroquia?
- Las Comunidades son un grupo de gente que acude a unas catequesis que se
hacen de adultos y el que quiere continúa en un proceso catecumenal. Esto es
como una misión, tienes la catequesis durante unas semanas. Después, se
celebra la Palabra de Dios, una Eucaristía y se hace una convivencia en la
que cada uno dice cómo está y los problemas que tiene. Y finalmente terminan
todos renovando el bautismo.
- ¿Qué relación tiene la Iglesia de los Santos Mártires con Cáritas?
- La Parroquia de los Santos Mártires es la que deja los salones a Cáritas,
les paga la luz, el gas y el agua. Y después, hacemos las colectas al igual
que el resto de parroquias.
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