"Hay que llamar una
semana antes o diez días y decir los que van a acudir a comer y se preparan los
menús apropiados"
"Si algún riojano tiene
un producto
y quiere promocionarlo en Donosti, pueden utilizarlo y
organizar una comida"
"Me gustaría que la parte vieja de Calahorra, fuera una parte vieja como la
donostiarra"
Las charangas no podrían desaparecer nunca porque en el momento en el que
desaparezcan no habrá fiestas
|
La Casa de
La Rioja de San Sebastián nació hace muchos años para poder preservar el
espíritu riojano de los que tuvieron que marcharse al País Vasco por
diferentes motivos. Desde su creación ha cambiado mucho, actualmente se ha
convertido también en un centro gastronómico y en una sociedad donde cada
uno de los 423 socios puede acudir siempre que lo desee.
Emilio Arenzana preside la Casa de La Rioja desde 2001, aunque es socio
desde 1990. Él se marchó de Calahorra para hacer la mili a la capital
guipuzcoana, pero ya no regresó, se casó con otra calagurritana que también
dejó su ciudad natal para acudir a San Sebastián. Este calagurritano está
abierto a escuchar las propuestas de todos los socios y a acoger a los
riojanos que acudan a San Sebastián, bien sea por turismo o por motivos
laborales.
- ¿Cómo llegó a ser Presidente de la Casa de La Rioja de San Sebastián?
-
Yo me hice socio en 1990, cuando estaba en la C/ 31 de Agosto y estaba de
Presidente Francisco Domínguez, que fue el que llevó a cabo toda esta
revolución de la Casa de La Rioja porque en esa época había pocos socios,
también es cierto que eran épocas difíciles en Donosti. Él fue el que tuvo
la idea de convertirla en una sociedad gastronómica para que los riojanos
tuvieran un sitio donde acudir y la verdad es que fue un acierto. Cogieron
el padrón de los riojanos existentes en San Sebastián y enviaron unas
cartas, la cuota de socios subió de algo más de 20 socios a tener más de
100. Después, en el 92 hubo elecciones y se eligió de Presidente a Luis
Fernández, que me hizo vocal. Y en el 94 volvió a salir Luis como Presidente
y a mi me subieron de categoría a Vicepresidente y ahí estuve hasta 2001,
año en que murió Luís repentinamente. En ese momento, como yo estaba de
Vicepresidente, me hicieron provisionalmente Presidente hasta que llegara el
momento de la Asamblea porque Luís era un Presidente que lo hacía todo, los
demás le decíamos a todo que sí, él era el que realmente trabajaba. Y en
marzo, la Asamblea General Ordinaria me votó y me sigue votando. Este año
también tuvimos Asamblea en febrero y yo quería dejarlo porque te quita
mucho tiempo de tu negocio porque ahora en la Casa de La Rioja somos 423
socios.
- ¿Qué cambios ha habido desde que entró como Presidente?
-Desde que yo lo cogí ha subido mucho, aunque también hay que tener en
cuenta que el mérito nunca es del Presidente, sino de muchas otras cosas:
pudimos comprar los locales adyacentes y nos pasamos a las nuevas
instalaciones, que son extraordinarias y la gente ha visto unas grandísimas
instalaciones y les ha atraído porque cuando se ven las cosas bien hechas,
todo el mundo quiere estar. También fue muy importante la Tamborrada,
llevábamos tres años con ella y no se podía hacer, pero ahora la gente es
bastante joven (más del 50% es menor de 40 años). La Tamborrada en San
Sebastián es como para nosotros las fiestas de Calahorra, es muy popular y
ha traído a gente que quiere pertenecer. La verdad es que cada año tenemos
más gente, de hecho este año vamos a ampliar 16 tambores más, creo que somos
más de 120 en la Tamborrada. Esto supone un gran desembolso de dinero, pero
la Consejería nos apoya porque sacar la Tamborrada de la Casa de La Rioja en
Donosti es tener La Rioja en boca de todo el mundo en las fiestas
importantes. Además, el CAT (Centro de Atracción y Turismo de San Sebastián)
edita un libro de lo que ha sucedido cada año y ahí está La Rioja. Nuestro
objetivo siempre es tener La Rioja en boca de todo el mundo.
- ¿Qué actos habéis llevado a cabo con motivo del Día de La Rioja?
- Desde el día 1 hasta el 8 realizamos en XVII Torneo de Mus y el XIII de
Julepe, el día 6 tuvimos un concierto de La Coral Monte Carmelo de Logroño y
el día 7 celebramos una Misa Riojana, que tiene mucha aceptación. El día 9,
Día de La Rioja, actuó la Agrupación Calagurritana de Pulso y Púa y el día
11, que el Día de San Bernabé, tuvimos una misa y una comida con Patatas a
la riojana y chuletillas. El día 13 actuó la Charanga Strapalucio (Aldeanueva
de Ebro) y recorrerá todas las calles de la parte vieja. También hubo
jornada de Puertas Abiertas para degustar los pinchos clásicos y vienen
varios artesanos, haremos el "Ciclo de cine sobre la comedia" y en julio
tenemos la XII Bandera de La Rioja de Traineras en el Rasillo de Ortigosa de
Cameros.
- ¿Cómo se financia la Casa de La Rioja?
- Hay que tener en cuenta que la Casa de La Rioja no es un negocio, es una
asociación cultural sin ánimo de lucro y todo lo que
sacamos lo invertimos en ella, o bien en actividades o en el inmueble. El
Gobierno de La Rioja también nos ayuda, este año nos han dado la misma
cantidad que el año pasado, 30.000 euros. También contamos con las cuotas
que pagan los socios, que son 6 euros al mes, de las entradas de socios, que
tienen que pagar 450 euros de fondo perdido. Últimamente ese tema ha sido
importante porque ha habido una gran subida de socios y hemos podido
terminar las obras. Ahora estamos recuperándonos, estamos en crisis de
recuperación. En época de crisis la gastronomía funciona más porque en vez
de ir a un restaurante caro, vienen a la sociedad.
- ¿Pueden acudir a comer a la Casa Riojana sin ser socios?
- Puede venir cualquiera, pero acompañado de un socio porque tan sólo
tenemos dos empleados: la señora de la limpieza y la persona que atiende a
todo el que llega al centro riojano. Entonces, si llega alguien de La Rioja
y quiere tomarse un vino, no tiene problema; el problema está en querer
comer allí un grupo de personas porque no es un restaurante, cada uno puede
traer su comida y hacérsela. Si vas con un socio no hay problema porque el
socio ha llevado su comida, la ha hecho y ha reservado una mesa. Lo mejor es
llamar una semana antes o diez días y decir los que van a acudir a comer y
se preparan menús apropiados al dinero que se quiera gastar. Lo bueno de la
Casa de La Rioja es que no intentan echarte cuando has terminado de comer,
yo creo que lo mejor es la tertulia de después de cenar. Hay muchos riojanos
que viven en La Rioja y vienen cuando quieren con sus amigos, aunque ellos
no pagan 6 euros al mes, sólo pagan 3 porque no viven en Donosti. Suelen ser
personas que se desplazan mucho a Donosti a pasar el fin de semana o a
trabajar e invitan a otros empresarios a comer aquí.
- ¿Cómo son las instalaciones que tienen ahora en la nueva sede del Paseo
de Salamanca?
- Nosotros tenemos una biblioteca que se utiliza a nivel particular, la sala
de 450m2, que es la sociedad gastronómica, una pequeña cocina, un aula de
Internet con zona Wi-fi y también hay una sala cultural para unas 70
personas sentadas, con escenario y con todos los elementos necesarios para
realizar presentaciones. Si algún riojano tiene un producto y quiere
promocionarlo en San Sebastián, pueden utilizarlo para ello y luego
organizar una comida si se quiere en la sociedad gastronómica.
- ¿Cuáles son los proyectos que piensa realizar próximamente en la Casa
de La Rioja?
- Los proyectos surgen una vez que ya se tienen terminadas las instalaciones
y se busca cómo darles más rentabilidad. Aquí tenemos una chica, Patricia,
que le gusta el cine e incluso la inscribimos en el Festival de Cine de San
Sebastián y ella se preocupa de que en una sala haya cine, no solamente para
mayores como es el Ciclo de Comedia que hemos preparado ahora. Ella en
verano también prepara unos ciclos de cine infantil y luego les da un
chocolate. La cuestión es promocionar la cultura y la cultura no importa de
donde venga, es cultura. La Casa de La Rioja es un libro abierto, siempre
que alguien quiere hacer cosas, siempre le decimos que sí. Aquí se dan
sevillanas, la danza del vientre, que está muy de moda, ahora también
daremos unas clases de cocina. No se pueden quitar las iniciativas a nadie,
siempre que sean factibles y no haya que echar todo patas arriba.
- Y volviendo a su ciudad natal, ¿que cambiaría de Calahorra?
- La verdad es que de Calahorra yo no cambiaría muchas cosas porque
Calahorra es lo que es. Conforme te vas haciendo mayor, lo que echas de
menos y añoras es lo que te ha quedado en la cabeza de cuando eras pequeño.
La verdad es que no teníamos muchas cosas, pero con lo poco que teníamos lo
pasábamos muy bien. Eso sí, me gustaría que la parte vieja de Calahorra,
fuera una parte vieja como la donostiarra, me da mucha pena la parte vieja y
no porque no se hagan cosas, sé que no es fácil hacer cosas. A mí no me
gustaría que se convirtiese en un ghetto porque como las casas son más
baratas, se da oportunidad al que puede vivir ahí. Hay que hacer algo en la
parte vieja de Calahorra, que es nuestra historia, para que sea digna y la
podamos enseñar. No importa la gente que haya, hay que invertir y es difícil
porque estamos en época de crisis y hay muchas cosas. Yo aquí, en San
Sebastián, vivo en la parte vieja y estoy encantado. Por ejemplo, Logroño
también tenía una parte vieja bastante deteriorada y poco a poco se va
consiguiendo que esté mejor. Quizá lo que ha pasado en Calahorra es que la
ciudad le ha dado la espalda a la parte vieja y esto no es bueno porque son
nuestras raíces. Sé que el Ayuntamiento está en ello, pero no es fácil.
Todos tenemos que echar una mano.
- ¿Y qué destacaría de La Rioja?
- En La Rioja baja, Calahorra ha crecido mucho, se están haciendo muchas
cosas, tenemos unas características muy particulares, somos muy acogedores,
nos involucramos enseguida. Rápidamente nos liamos con los que vienen y
estamos todos encantados con ellos. Y esto no es malo. Nuestras fiestas son
maravillosas, y las peñas de la sociedad calagurritana son alucinantes
porque son el alma de las fiestas. Estas asociaciones no podrían desaparecer
nunca porque en el momento en el que desaparezcan no habrá fiestas. Yo creo
que hay que mimarlos y cuidarlos a todos por igual. Me parece una de las
cosas extraordinarias de Calahorra porque no lo veo en todos los sitios
igual. Lo que una peña puede organizar en Calahorra, no lo veo en otros
lugares y conozco muchos lugares de La Rioja y eso siempre me llama la
atención. Además, son muy desinteresados, son muy Quijotes, lo hacen por
amor a su tierra y eso tiene mucho mérito.
|