"El alcoholismo
es psicológico, piensas que nunca podrás dejar de beber, crees que es una
adicción y que eres una persona viciosa"
"Muchas personas llegan con verdaderas obsesiones, hay gente que llega con
delirium tremens o gente que llega de la cárcel"
"No creemos en Dios, sino en un poder superior que nos va a ayudar. Para esas
personas agnósticas, muchas veces el poder superior es el grupo"
"Con una persona que pueda ayudar, ya me siento satisfecha"
|
Alcohólicos
Anónimos está presente en todo el territorio nacional. En La Rioja cuenta
con tres grupos de ayuda en Logroño, otro en Calahorra, Santo Domingo y
Alfaro. En ellos se reúnen para explicar al resto de las personas que acuden
a estos grupos de ayuda los problemas y experiencias que han vivido o que
sufren por su dependencia al alcohol. El anonimato es esencial en la
asociación, ya que garantiza a las personas recién llegadas que las
experiencias que cuenten al resto de personas, no saldrán de ahí.
Carmen es la encargada de atender el teléfono de las 24h. que tiene la
asociación de Alcohólicos Anónimos (639 030542). Ella
ya lleva 15 años sin beber, pero sabe que si vuelve a tomar una copa volverá
a tener el mismo problema, ya que para ella no es posible ser ex-
alcohólico. Sigue acudiendo a las terapias de grupo porque ayuda a otras
personas y, así, también puede mantenerse alejada del alcohol.
-
¿En qué consiste el tratamiento que ofrece la asociación?
- Esta es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su problema con
el resto de compañeros y al compartirlo y tratando de no beber día a día, 24
a 24 horas que decimos nosotros, conseguimos aumentar nuestra autoestima y
animarnos los unos a los otros para que al día siguiente no tengamos que
beber. Nuestra forma de funcionamiento se basa en las reuniones diarias que
tenemos en La Rioja, excepto los domingos. Nos reunimos hombres y mujeres
porque la enfermedad no tiene ni color ni sexo ni edad. Lo que hacemos es
ayudarnos unos a otros compartiendo nuestras inquietudes y problemas. La
enfermedad del alcoholismo tiene tres vertientes: la física, la psíquica y
la espiritual. Tratamos de reforzar las tres vertientes para conseguir que
al día siguiente tengamos la fuerza suficiente para no beber. Para reforzar
la vertiente física lo que hacemos es invitarles a que puedan acudir a su
médico de cabecera y que consigan que el hígado o las transaminasas puedan
corregirse. La espiritual y la psicológica se refuerzan porque nosotros
creemos que hay un poder superior, cada uno como lo entienda, no es
necesario creer que hay un dios, cada uno puede creer en lo que quiera; sólo
tienen que saber que hay algo superior a ellos que les hace conseguir que no
beban durante ese día. De esta forma, aumenta la autoestima y se consigue
dejar de beber. El alcoholismo es psicológico, le das muchas vueltas,
piensas que nunca podrás dejar de beber, crees que es una adicción y
consideras que eres una persona viciosa. Es cuestión de mentalizarse de que
verdaderamente estás enfermo y que tú no puedes beber. El alcohólico tiene
una dependencia psicológica y física que va a hacer que no pueda contenerse
simplemente con la primera copa, sino que necesite más. Hay personas que no
son alcohólicas y que incluso se emborrachan, pero saben parar a tiempo
porque no son enfermos alcohólicos, porque hay gente a la que le dicen que
tiene un problema de estómago y que tiene que dejar de beber y eso no supone
nada para esa persona. A mi me llegan a decir eso cuando yo estaba en
activo, me dicen que estoy muy enferma y que tengo que dejar de beber y yo
no me autoconvenzo, es imposible dejar de beber. Hay que tener cierto
convencimiento de que esto es una enfermedad y que como tal, el único
remedio que hay es intentar dejar de beber y si no se consigue, hay que
volver a intentarlo de nuevo. Hay muchas recaídas, pero se consigue por lo
que hay que volver a intentarlo. Muchas personas llegan con verdaderas
obsesiones, hay gente que llega con delirium tremens o gente que llega de la
cárcel. Yo gracias a Dios no he tenido delirium tremens ni he estado en la
cárcel, pero si hubiese seguido bebiendo seguro que llegaba a esos extremos.
- Antes ha comentado que parte del tratamiento es espiritual y que hay
que creer en algo superior, ¿la asociación tiene relación con la Iglesia?
- No, a la asociación llegan desde personas católicas y personas de otras
religiones y culturas. No creemos en un dios, sino en un poder superior que
nos va a ayudar. Para esas personas agnósticas, muchas veces el poder
superior es el grupo. Es muy importante saber que hay algo que puede ser
superior a nosotros y que nos puede ayudar a salir de ese pozo, pero no
necesariamente tiene que ser la religión. De hecho, cuando llegamos a los
grupos, llegamos todos rebotados totalmente con todo porque yo, por ejemplo,
había pedido muchas veces a Dios que me ayudara a dejar de beber, pero no
era el momento.
- ¿Alcohólicos Anónimos colabora con alguna otra asociación o trabaja de
forma independiente?
- No, trabajamos de forma totalmente independiente, pero siempre que nos
piden colaboración les ayudamos. Hay asociaciones paralelas a nosotros, una
es ALANON (Amigos y Familiares de Alcohólicos Anónimos), que intentan apoyar
a las familias porque cuando el alcohol entra en una casa afecta a todos los
que viven en ella. Nuestros maridos, mujeres e hijos terminan por estar
enfermos, ocultan la enfermedad de su padre o madre porque les da vergüenza,
porque no está bien visto y estas personas necesitan una ayuda. Se reúnen
de forma paralela a nosotros, siempre en los mismo locales que nuestra
asociación. En La Rioja no hay grupo formado, pero también está la
asociación de hijos de alcohólicos, que es para los niños menores de 16
años, pero
en Logroño ahora no lo tenemos y si hay alguno suele reunirse con los de
ALANON.
- ¿Todas las personas que acuden a Alcohólicos Anónimos consiguen dejar
el alcohol?
- No. Si yo a lo largo de los años que llevo en A.A. hubiese conseguido ver
a todas las personas que he intentado ayudar y que han pasado por la misma
situación que yo, creo que la Plaza de Toros de Logroño estaría llena. Hay
estadísticas realizadas por nuestra organización a nivel nacional y la OMS
(Organización Mundial de la Salud), que hablan de un 30%, pero es muy
relativo. Lo que sí es cierto es que con una persona que pueda ayudar, ya me
siento satisfecha.
- ¿Suele haber muchas recaídas?
- Sí, como en todas las enfermedades. Hay muchas recaídas, pero pueden ser
perjudiciales en el momento porque has estado bien, pero te ves otra vez en
el fondo del abismo y la sensación es horrorosa. Aunque también es cierto
que sabes que es posible salir, algo que no sucede a las personas que no han
acudido a los grupos y se sienten más perdidas. Suelen volver a los grupos y
se les acoge con el mismo cariño e ilusión que la que había al principio.
Nosotros sabemos que es muy difícil dejarlo, pero se consigue. De hecho, en
los grupos hay una gran sensación de entusiasmo y felicidad porque se
consiguen recuperaciones, aunque no totales porque el alcoholismo es una
enfermedad progresiva e incurable.
- Dice que es una enfermedad incurable, ¿no se puede ser ex-alcohólico?
- No, yo no lo considero. De hecho, desde mi experiencia personal te digo
que no es posible. Si yo mañana vuelvo a tomar una copa, y ya llevo casi 15
años sin beber, estoy segura de que volvería a beber y estaría tal y como lo
dejé en un principio. No puedo tomar ni una copa, pero para mi no es ningún
trauma. Yo tuve una experiencia anterior a Alcohólicos Anónimos y había
estado cinco años sin beber, fui a un médico y mi marido preguntó si podía
beber una copa y él me dijo que podía ser que aprendiera a beber. Pero, en
una ocasión, mi marido tenía una botella de vino que le habían regalado y me
sirvió mi copa, pero pocos días después estaba de nuevo dejando la copa
encima de la mesa, pero tenía escondido mi Tetra Brik en la despensa de la
cocina. Yo no volvería a tomar ninguna copa porque volvería a caer.
- ¿En la asociación no trabaja ningún especialista que no sienta esa
dependencia hacia el alcohol?
- No, hay colaboradores, pero dentro de la asociación no hay ninguno. Tan
sólo está formada por personas que comparten sus experiencias, la fortaleza
y la esperanza para resolver su problema. Las personas que están en la
asociación siguen acudiendo después de muchos años porque es la única forma
de no volver a beber. Yo creo que la única forma de no recaer es
definiéndome cada día como una persona alcohólica. Sigo acudiendo unas dos
veces a la semana, no una vez al día como suelen hacerlo las personas recién
llegadas. Muchas veces se colabora con la asociación con otro tipo de
tareas, haciendo llegar a la gente nuestro mensaje, con tareas
administrativas, etc. De esta forma también consigues alejarte un poco del
alcohol.
- ¿Acuden muchas personas en La Rioja a A.A.?
- Dependiendo de los días, hay algunos que hay más y otros menos. Cada grupo
suele contar con 12 ó 15 personas, aunque en verano la gente es más perezosa
y suelen ser unas ocho. Pero siempre que tengas a alguien con quien
compartir, ya es suficiente. En Logroño tenemos tres grupos que se reúnen
dos días a la semana, en Calahorra tenemos otro grupo, en Alfaro y en Santo
Domingo. Así, al tener varios grupos en La Rioja, se puede asistir siempre
que se quiera. En España hay muchos otros grupos, por lo que incluso estando
de vacaciones puedes acercarte a un grupo.
- ¿Existen varios tipos de alcoholismo?
- La enfermedad es única. Nosotros decimos que no hay grados, cuando las
personas tocan fondo, acuden. Pero dependiendo de la persona, el fondo puede
estar más arriba o más abajo. Algunas pueden tocar fondo cuando sufren el
delirium tremens a tope o cuando les ha reventado el hígado, otros lo pueden
tener en una bronca puntual de un marido o una mujer. Además, nadie te puede
decir que eres alcohólico, tienes que ser tú el que vea el problema y decida
ponerle solución.
- En la sociedad actual el alcohol suele estar presente en la mayoría de
las celebraciones, ¿cómo se puede superar esto?
- Al principio siempre te haces esas preguntas, sobre todo si estás
acostumbrado a vivir o depender de ello, piensas que todo el mundo te va a
estar mirando, pero no hay ningún problema. Siempre les decimos a los recién
llegados que al principio puedes decir que tienes un problema de estómago y
que no puedes beber, pero yo creo que está más en tu cabeza porque la
familia y amigos lo que están deseando es que salgas de ese pozo y cuando
ven que te vas a tomar un vaso de agua en una ceremonia, se alegran por ti
porque ven que has salido de ese problema. Yo sigo teniendo bodas y
navidades y nadie me plantea ni yo me planteo que si yo tengo que brindar no
quieran brindar conmigo porque bebo agua y eso da mala suerte, pero yo
siempre digo: pues allá tú, lo que no voy a hacer es tomarme un sorbo de
champán. La verdad es que yo vivo mucho más tranquila.
- ¿Considera fundamental el anonimato para que las personas acudan a
pedir ayuda?
- Es fundamental, sobre todo para las personas recién llegadas, que llegan
con miedos y recelos sobre qué van a pensar y qué van a decir. Para ellos es
muy importante saber que lo que allí dicen, allí se queda. Yo puedo romper
mi propio anonimato, pero no puedo romper el de nadie. Si a mi me llama la
mujer de alguien para saber si su marido acude o no, yo no le puedo dar esa
información, tengo que respetar su anonimato porque el marido tendrá más
confianza en el grupo y en los diferentes miembros.
- ¿Cómo se financia A.A.?
- Con nuestras propias contribuciones. Al final de cada reunión se pasa una
bolsa y cada uno aporta lo que puede. Hay veces que no se puede porque
cuando se llega a la asociación muchas veces se llega sin dinero porque
hemos destrozado nuestros trabajos.
|