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- Marta Domínguez Pérez |
Domínguez es Doctora en Ciencias Políticas y Sociología, profesora de la Universidad Complutense de Madrid. Sus líneas de investigación han sido la desigualdad social, la segregación urbana, identidad local, conflicto urbano, desarrollo regional y márketing público. Además, trabajó durante quince años en el Ayuntamiento de Alcobendas como técnico de investigación. En la conferencia impartida en Calahorra habló sobre la Ciudad como cultura y su papel como elemento de inclusión y exclusión de sus ciudadanos.
- ¿Qué tipo de formación ha recibido y cuáles han sido las áreas en las que se ha especializado?
- Empecé estudiando Sociología y después comencé a trabajar en la administración local, en el Ayuntamiento de Alcobendas, durante unos 15 años. Posteriormente hice la tesis doctoral y comencé a trabajar en la facultad, primero lo hice con una beca y posteriormente estuve de ayudante en Segovia y más adelante de ayudante de doctor en la Complutense. Mientras tanto, he seguido diferentes líneas de investigación, comencé con estudios locales de diferentes colectivos y después empecé a forjar mi tesis, que fue sobre Alcobendas y el tema principal fue: la identidad urbana. Y desde entonces he seguido trabajando este tema y, por otra parte estoy con un equipo de trabajo liderado por Jesús Leal y estamos estudiando temas de segregación urbana, desigualdad social, vivienda, etc.
- Entonces, el trabajo que desarrolla individualmente ¿está más relacionado con la identidad urbana?
- Sí, mi línea de investigación tiene que ver con la segregación urbana, pero con la imagen de la ciudad y dentro de ella he trabajado, primero sobre mi tesis 'La promoción urbana de la ciudad y sus consecuencias o los conflictos urbanos internos'; y también he realizado estudios con diferentes ayuntamientos viendo la imagen que se transmite desde las instituciones y cómo ésta ayuda a la inclusión o exclusión de los ciudadanos. Por ejemplo, ya he hecho un estudio en San Fernando de Henares con inmigrantes y también he llevado a cabo un estudio en Londres viendo la promoción de una zona del centro de Londres y a quién incluye y a quién excluye. Además, ahora este debate está muy presente en Inglaterra y se basa en conocer para quién se hacen las ciudades y a quién promocionan.
- ¿Cuál es la imagen que se está promocionando desde el Ayuntamiento de Calahorra?
- No lo he estudiado, pero por lo poco que puedo ver sí que me ha parecido que ha habido un cambio en la imagen de hace unos años. Hay que tener un poco más de cuidado con la imagen que se transmite de la ciudad. Antes, todas las noticias que salían en los medios sobre Calahorra eran catastrofistas y negativas; sin embargo, durante los últimos años se está transmitiendo una imagen más atractiva, es una imagen que promociona lo bimilenario, lo histórico de la ciudad, lo gastronómico, lo divertido... Ha habido un cambio hacia una imagen positiva y esto deberá tener una repercusión sobre el turismo. Aunque también creo que habría que hacer muchas cosas más.
- ¿Qué se debería hacer?
- Hay muchas cosas que se pueden hacer, estrategias de creación de imagen y esto requiere estudios previos. Además, es fundamental dar participación a los ciudadanos para que digan cuáles son sus demandas porque la imagen también se proyecta a través de ellos. Hay que hacer trabajos con los ciudadanos y tener en cuenta a las mujeres, a los niños, a los inmigrantes, los trabajadores, empresarios... Para ello se hacen los planes estratégicos o integrales y a raíz de estos mecanismos se puede construir una imagen que sea inclusiva de todos, para que todos se sientan representados.
- ¿Cuál es el colectivo más desfavorecido?
- Yo creo que, espacial y socialmente, las mujeres están poco representadas, los niños están poco escuchados y los mayores un poco olvidados, se les utiliza como objeto, no como sujeto. Y los inmigrantes creo que son los grandes silenciados e invisibles. Creo que, probablemente, sí que existe un problema de falta de escucha de estos colectivos.
- Entonces, aunque la imagen de Calahorra ha mejorado en los últimos años, ¿todavía falta mucho por hacer?
- Sí porque las imágenes de las ciudades se construyen constantemente. Se van construyendo y rehaciendo en función de las demandas e inquietudes de los ciudadanos.
- ¿En qué se centró su ponencia del ciclo 'Calagurritanos por el mundo'?
- El título de la conferencia fue 'La ciudad como cultura y su papel en la inclusión y exclusión de los ciudadanos'. Y ahí explicaré cómo la imagen que se promociona de la ciudad tiene que ver a quién se incluye y a quién se excluye. Esto no quiere decir que sea lo determinante en las ciudades (política, economía, urbanismo, medio ambiente...), aunque también existe la dimensión cultural y creo que ésta puede ayudar a que la gente se sienta incluida y cuando la gente se siente reconocida en sus derechos y demandas es cuando se siente partícipe e incluido en un proyecto ciudadano.
- ¿En qué se basó para realizar este análisis?
- Me basé en tres estudios que he hecho (Londres, Alcobendas y San Fernando de Henares) y a qué han dado lugar los diferentes conflictos. Así, luego se trató de analizar qué cosas se podrían aprovechar para Calahorra porque yo no conozco exactamente qué necesita, ha cambiado mucho desde que yo me marché.
- ¿Qué acciones consideraría fundamentales desarrollar en Calahorra?
- Es fundamental cuidar las apariciones en medios de comunicación, realizar concursos internacionales y nacionales, trabajar en los colegios mediante talleres participativos con los niños, con mayores, mujeres... También se pueden realizar promociones de videos sobre la historia de la ciudad, que las fiestas sean multiculturales porque los inmigrantes están aquí y tienen culturas muy ricas de las que podemos aprender mucho.
- ¿Iniciativas como este ciclo de conferencias ayudan a potenciar una buena imagen de la ciudad?
- Estas jornadas son muy bonitas porque hablan de qué gente hay por el mundo de Calahorra. Yo, por ejemplo, siempre tengo el orgullo de decir: yo soy de pueblo. A mi me gusta y creo que tiene muchas cosas buenas y mi hijo muchas veces me dice: es que no sé quién no tiene pueblo... Yo creo que da muchas experiencias que se pueden transportar a grandes ciudades. Creo que lo que falta en Calahorra falta identificar cuál es la imagen de patrimonio municipal que debería representar, un eslogan, un logo.
- El eslogan 'Calahorra, ciudad de la verdura', ¿llega a Madrid?
- Esta es la imagen que se está promocionando, yo creo que sí que llega porque muchos conocidos que han visitado La Rioja siempre hablan de lo bien que se come, la buena calidad de vida que hay, de lo limpias que están las ciudades... Yo creo que son etiquetas e imágenes de referencia que pueden vender Calahorra y La Rioja. También creo que la imagen de ciudad acogedora y hospitalaria también es algo a resaltar.
- Y al margen del desarrollo de sus investigaciones, como calagurritana, ¿Qué destacaría de su ciudad?
- La facilidad de contacto, lo cómoda que es la ciudad, la cercanía y la mezcla social que hay, no es una ciudad segregada. Sí que hay una parte más segregada, el casco antiguo y sí que me parece un tema preocupante, pero también considero que es un tema de difícil tratamiento. Pero es una ciudad con una gran mezcla social, en la escuela estábamos todos mezclados, sin importar la clase social y eso es algo que me gusta.
- ¿Qué solución ve a la segregación del casco antiguo?
- Es un problema común a muchas ciudades, son dinámicas demográficas, urbanísticas y no es algo particular de Calahorra. Creo que para cambiar esto es necesaria una gran inversión y una gran voluntad política. Los cascos antiguos se degradan porque la población comienza a salir de esas zonas porque ya no hay viviendas y éstas empiezan a degradarse; el comercio tampoco es tan rentable porque la población que queda ya no tiene tanto consumo y comienza a salir de allí. Además, el tipo de estructura urbana también imposibilita el tráfico de coches; los inmigrantes se asientan porque hay vivienda barata y en alquiler... Y a mucha gente le parece que se trata de una degradación de las condiciones de vida y se abandonan.
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