El día 14 de diciembre
se celebró en Logroño la comisión de seguridad privada, que está formada
por las cuatro empresas de seguridad que cuentan con delegación en la
región. En esta comisión, que se celebra cada dos años, se condecoró a
31 agentes de seguridad privada por las actuaciones llevadas a cabo en
el ejercicio de su profesión.
Javier
Grande es el jefe de seguridad de Eulen en La Rioja y fue uno de los
asistentes a esta comisión. Destacó que son unas 300 empresas en la
región las que solicitan estos servicios, pero afirmó que la comunidad
es segura y no necesita tantos servicios privados como otras regiones.
Por otra parte, resaltó la estrecha colaboración que mantienen con las
Fuerzas de Seguridad del Estado.
- ¿Qué empresas forman
parte de la comisión de seguridad privada?
- La comisión la formamos las cuatro
empresas que tenemos delegación en La Rioja y somos: Prosegur, Securitas,
Garda y Eulen. Hay otras empresas que tienen vigilantes de seguridad en
La Rioja, pero no tienen delegación porque no cuentan con el número
mínimo de vigilantes, que es 30. Además, hay que tener un contrato de
servicios de seguridad de mínimo un año o prorrogable.
- ¿Cuándo se formó la
comisión?
- Comenzamos en 2002 y al principio
realizábamos la fiesta de forma anual, aunque entendimos que haciéndolo
de forma bianual era suficiente porque lo que se pretendía es ensalzar
la seguridad privada y en este acto se realiza la mención honorífica a
los vigilantes. Y como estamos en una Comunidad en la que no se dan con
mucha frecuencia estos casos, no había un motivo de realizar esta
mención a los vigilantes y al hacerlo cada dos años, sí que hay
vigilantes a los que se les condecore. Aunque si un vigilante lo merece,
el reconocimiento se le haría inmediatamente, aunque después se le
hiciera también de forma gráfica.
- ¿Cuál es la función
de la comisión de seguridad?
- Pretende realzar la seguridad privada
porque es un sector que no ha tenido hasta ahora una buena visión por
parte del público. Nosotros nos regimos por la Ley de Seguridad Privada,
que está dictada por el Gobierno y nuestros servicios son
complementarios a la seguridad pública. El origen era el vigilante
jurado, pero desde el 92, cuando se dictó la Ley, tienen que hacer unos
cursos, examinarse y si aprueban obtienen la documentación para trabajar
como vigilantes de seguridad.
- ¿Cuáles son las
características principales de esta Ley?
- La reglamentación señala que deben ir
uniformados, llevar grilletes y sus actuaciones siempre tienen que estar
reguladas por la Ley.
- ¿También pueden
utilizar armas?
- Dependiendo del servicio, pueden
llevar armas, por ejemplo si es para joyerías, bancos o polígonos
industriales. En estos casos hay que solicitarlo a Delegación de
Gobierno, que encarga un estudio a la Policía Nacional y valora si ese
servicio necesita como requisito imprescindible el uso del arma. Además,
deben sacarse la licencia de armas y para ello deben estudiarse un
temario y también pasar unos exámenes.
- ¿Los salarios
aumentan según la peligrosidad del servicio?
- Los salarios los marca el convenio,
aunque sí que tienen un plus de peligrosidad si
el servicio es armado.
- ¿Qué actos se
celebraron el día 14?
- Comenzó con la intervención del
inspector de seguridad privada y también un representante de la
comisión. Después se entregaron las 31 menciones a los vigilantes de
seguridad por parte del Delegado de Gobierno, el jefe de Policía y el
director general de la unidad central de la policía en Madrid, José
Marín. Y posteriormente se clausura el acto.
- ¿Qué tipos de
menciones existen?
- Hay dos tipos de menciones. La tipo A
se entrega cuando ha habido un riesgo para su integridad, por lo que
tiene más valor; y la tipo B es la que se realiza por colaboraciones con
la Guardia Civil o la Policía.
- ¿Qué actuaciones han
llevado a cabo los vigilantes que han sido condecorados?
- En algunos casos han presentado
informes a la policía y han servido para desarticular bandas. Por
ejemplo, en un centro comercial pudieron desarticular una banda que
estaba traficando con droga por la zona. No ha sido una actividad con
riesgo físico, pero pasaron la información, se les persiguió, se les fue
controlando y finalmente se les detuvo. También se condecoró a unos
vigilantes porque hubo unos presuntos delincuentes que estaban
intentando robar en una joyería del centro, huyeron, les localizaron en
el parking y les detuvieron y resultó que era una banda que estaba
buscando la policía y por ello van a recibir la medalla.
- Parece que existe
bastante colaboración entre los vigilantes privados con las Fuerzas de
Seguridad del Estado...
- Sí, muchísima. Con la Guardia Civil se
colabora más en polígonos industriales o en los parques solares, que
están fuera de los municipios o en bodegas. Cuando realizan estos
servicios, los Guardias Civiles pasan por los centros por si se necesita
ayuda o cualquier otra cosa. La colaboración es mutua y muy buena.
- ¿Cuántas empresas
riojanas necesitan de sus servicios?
- Yo creo que en La Rioja habrá unas 300
empresas que requieren los servicios de seguridad privada.
- ¿Cuáles son las
principales demandas que les realizan?
- El servicio en los centros comerciales
es fundamental, además la crisis ha hecho que se vuelvan a relanzar las
bandas que acudían a los centros y hay que estar muy pendientes de ello.
En la Administración siempre hay servicios de vigilancia y en las
empresas se solicita la seguridad para las noches y festivos, que son
los momentos en los que no está el personal de la empresa. En algunos
casos también cuentan con los servicios de alarma, pero prefieren tener
servicios combinados de centros alarmados y vigilancia.
- ¿La crisis ha
afectado al sector de la vigilancia privada?
- No, el sector sigue gozando de buena
salud. No se han reducido los servicios por cancelaciones aunque sí se
han reducido horas. Y en lo que sí que se ha producido un aumento es en
las habilitaciones porque ha habido gente que al no tener trabajo han
pasado a hacer los cursos de vigilancia privada y hay que destacar que
ha venido gente muy preparada.
- ¿Dónde se imparten
estos cursos?
- En La Rioja hay dos centros, El
Ventanal y el CEPIE, y están en Logroño. Los cursos los marca el
Ministerio y las convocatorias salen en el BOE a primeros de año. Los
alumnos deben solicitarlo cuando se abren las convocatorias y tienen una
duración de dos meses. Además, hay algunos sindicatos que han promovido
este tipo de cursos de formación y al estar subvencionados por el
sindicato, son gratuitos.
- ¿Se exigen
condiciones físicas?
- Sí, hay que pasar un examen y en
función de la edad se le marcan unos tiempos y las pruebas.
- Por otra parte, cada
vez se ven más mujeres ejerciendo este servicio...
- Sí, cada vez hay más. Además, creo que
en los centros de control son más eficaces que los hombres porque tienen
una forma de mirar diferente. Pero ambos sexos pueden realizar el
servicio por igual, la valoración se hace por las características
propias de cada persona.
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