La vida del Padre Ambrosio
Sanabria ha sido una vida dedicada a la música y 30 años de ella los ha
pasado dirigiendo el Orfeón Calagurritano 'Don Pedro Gutiérrez'. Pero el
exceso de trabajo en el centro educativo que dirige le han obligado a dejar
la dirección del Orfeón, aunque asegura que siempre podrán contar con él
cuando lo necesiten.
Durante
su experiencia como director del Orfeón son muchos los buenos recuerdos que
guarda. Lo único que lamenta de su experiencia al
frente del Orfeón es no haber podido mantener a los jóvenes.
- Han sido más de 30 años
los que ha dedicado a la música...
- En realidad he estado en contacto con la
música desde los ocho años, cuando ingresé en la Escuela de Música de mi
pueblo. Desde entonces no he cesado de estudiarla, tanto en el seminario
como en el conservatorio, y de ejercerla como profesor, intérprete y
director.
- ¿Qué es la música para
usted?
- Es una de las mayores expresiones de la
belleza, es una belleza indefinida. No es tan concreta como la literatura.
La entiende todo el mundo, es universal. Son los sonidos bien armonizados en
el espacio y en el tiempo.
- ¿Qué ha supuesto para
usted la despedida en el Ideal del Orfeón?
- La conclusión de una etapa de mi vida que
ha durado cerca de 30 años. Ha sido una forma de realización personal y en
la que han colaborado muchos orfeonistas, tanto mayores como jóvenes.
Además, he hecho muchas amistades y ha significado mucho para mi.
- ¿Por qué ha decidido
dejar a un lado su cargo como director?
- Porque, debido a las cada vez más
ocupaciones que se me van acumulando, no puedo llevar la dirección del
Orfeón Calagurritano 'Pedro Gutiérrez'. No obstante sigo con la dirección de
la Agrupación Calagurritana de Pulso y Púa. He dejado el Orfeón porque en
Calahorra hay músicos que han manifestado su interés por llevarlo y sé que
continuará.
- ¿Le daría algún consejo a su sustituto?
- Han sido los mismos miembros del Orfeón
los que han elegido a Don Eduardo Peña. Yo lo único que le aconsejo es que
ponga mucha ilusión porque ellos están dispuestos a dar lo mejor de sí
mismos.
- ¿Cómo definiría el
Orfeón Calagurritano 'Don Pedro Gutiérrez?
- Yo diría que son un grupo de amigos, que
no excluyen a quien quiera incorporarse y tenga cualidades. Fácilmente nos
hemos puesto de acuerdo en programar las distintas actuaciones. Y sobre su
calidad artística siempre hemos trabajado preparando actuaciones,
previa-mente contratadas.
- Durante estos años se
habrán dado muchos momentos emotivos, ¿Cuáles recuerda con más cariño?
- Mi amigo Cayo Arenzana, que en paz
descanse, siendo ya de bastante edad, no paraba de decir que a él nadie le
echaba del Orfeón, porque entonces dominaban los jóvenes. Y así fue, murió
con las botas puestas. Su hermana me regaló después la corbata que él usaba
en los conciertos y ese es uno de los momentos que recuerdo con más cariño.
Y también recuerdo con mucho cariño cuando llegamos a ser dos grupos en el
Orfeón y realizábamos muchas actuaciones, llegábamos a las 100 al año y
ahora estamos entre 40 y 50 actuaciones.
- ¿Existe algún deseo que
hubiera querido realizar con el Orfeón, pero que no haya podido llevar a
cabo?
- Sí, me hubiera gustado poder retener a los
jóvenes que se iban porque tenían que estudiar fuera de Calahorra. En parte
hemos sido responsables de que se fueran porque no se ha estimulado a los
jóvenes. En los 80 tuvimos muchísimos jóvenes, pero acabaron los estudios y
se fueron y casi ninguno de los que volvieron a Calahorra se mantuvieron en
el Orfeón. Y generalmente, no solían volver a Calahorra después de estudiar.
Nos faltó hacer una campaña especial para atraer a los jóvenes. Ellos
ganaron el festival de La Rioja y fuimos representando a la Comunidad en el
concurso de corales de jóvenes en Salamanca.
- Si tuviera que destacar
un momento de los 30 años que ha estado dirigiendo el Orfeón, ¿Con cuál se
queda?
- Todos los momentos han sido muy dignos de
ser vividos, incluso los que han llevado mucho
sacrificio para montar alguna obra.
- Un mensaje para sus
compañeros del Orfeón Calagurritano...
- Yo les diría únicamente que se mantengan
con el mismo tesón que han tenido hasta ahora.
- Imagino que aunque deje
su cargo como director no se va a desligar del Orfeón...
- No, a mí me tienen para cuando me
necesiten en algún momento puntual en el que el actual director no pueda.
Pero no puedo asistir a los tres ensayos semanales porque tengo mucho
trabajo.
- ¿De dónde viene su
afición por la música?
- De haberla experimentado de pequeño y
haberme cautivado. En mi familia no ha habido tradición musical. Pero mi
relación con la música comenzó cuando un concejal del Ayuntamiento de mi
pueblo entró en la escuela y pidió voluntarios para incorporarse a la Banda
del pueblo, y yo sin decir nada a mis padres enseguida me presenté. Cuando
llegué a casa y se lo dije a mi madre, se asustó porque no sabía si tenía
cualidades, pero yo me incorporé, me gustó y aquí sigo.
- También ha compuesto
obras musicales.
- Muy poco, tan sólo he compuesto media
docena de piezas, todas religiosas.
- Ha
dirigido el Coro de Infantes.
- En el Coro de Infantes de la Catedral,
sólo estuve un año y no se pudo hacer más. Las ocupaciones del colegio no me
permitían dedicarme como era debido.
- ¿Ha descubierto a algún
gran talento durante estos años?
- Hay una cantante de ópera, Gloria, que
comenzó en el Orfeón y actualmente es la soprano del Liceo de Barcelona.
Empezó con muchas ganas, se marchó a Barcelona a estudiar en el
Conservatorio y después hizo la carrera de Música.
- También es director del
colegio San Agustín, ¿Qué cambios ha notado en el ámbito educativo desde que
comenzó?
- Los niños tienen hoy más medios que les
dispersan su atención. Por ejemplo, los estudiantes españoles de secundaria
sólo dedican hora y media al día al estudio, mientras están en ese tiempo
cuatro horas ante la pantalla.
- ¿Cuáles son los
principales problemas que se encuentra al ejercer su labor como profesor?
- Problemas pocos. Con la dedicación y la
vocación, gracias a Dios, hay confianza con el alumno y se van consiguiendo
los fines de la educación.
- ¿Qué se puede hacer
desde casa para facilitar la labor del profesorado en el aula?
- Que los padres colaboren con el Centro en
la labor educativa, que hablen con los profesores sobre sus hijos, pues
nuestra mayor ilusión es que nuestros alumnos salgan del colegio lo mejor
preparados en lo humano, en conocimientos y como cristianos. |