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LA ENTREVISTA

Antonio Urbina

- Director del colegio Ángel Oliván durante 18 años -

- El colegio Ángel Oliván es, como mínimo, el 50% de mi vida -


 

 

 

 

 

 

"Hubo unos momentos muy duros, pero contaba con un profesorado que metió muchas horas y conseguimos salir adelante"

 

 

 

 

 

 

"El Ángel Oliván es una familia y en el funcionamiento en Educación Primaria no nos tiene que dar lecciones nadie"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Un sistema fuerte de valores tiene que volver, la educación tiene que basarse en el esfuerzo y otros muchos valores que han desaparecido"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Me quedo con algunos alumnos, profesores y con el personal no docente, que es de matrícula de honor"

 

 

 

Lleva casi 30 años trabajando en el colegio Ángel Oliván y los 18 últimos se ha encargado de dirigirlo, pero ahora tendrá que dejarlo porque ha llegado el momento de su jubilación. Recuerda que los primeros momentos en el colegio fueron muy duros, pero al final consiguieron salir reforzados. Actualmente están inmersos en el programa 'Escuela 2.0', han incorporado las TIC´s a sus aulas y apuestan por el inglés.

Se lleva muchos recuerdos de alumnos y profesores, pero quizá el que guarde con mayor cariño sea el acto del 25 aniversario del centro. Antonio Urbina considera que debería producirse un fuerte cambio en el sistema educativo español basado en la educación en valores, pero este nuevo reto lo dejará a cargo de Nacho Antoñanzas Romanos, que será el próximo director del Ángel Oliván.

- En junio le hicieron un homenaje, ¿Cómo transcurrió?

- Hubo varios. Primero hicimos una cena todos los que estamos trabajando en el colegio, también hubo una despedida de algunos grupos de alumnos y después, en el acto de despedida de los alumnos que se van al instituto y una ex alumna preparó una canción con los alumnos del colegio. Fue un momento de mucha emoción porque hay muchos recuerdos, aunque pasan muy rápido.

- ¿Cuánto tiempo ha estado como director del Ángel Oliván?

- Como director he estado 18 años y como profesor 27, desde que Ángel Oliván apareció como tal porque antes tuvo otros nombres. El colegio se creó en el 84 y yo ya estaba en él. Cuando comencé trabajé en Cataluña varios años y en el 81 vine a Calahorra. Comencé en San Francisco y después ya me pasé al Ángel Oliván.

- Quién pasará a dirigir el colegio ahora?

- Esto ya está decidido desde hace 4 o 5 meses y el director para el próximo curso escolar será Nacho Antoñanzas Romanos.

- ¿Cómo calificaría su experiencia en el centro?

- El Ángel Oliván es, como mínimo, el 50% de mi vida. El momento en el que empieza a nacer Angel Oliván es un momento muy duro y está muy próximo a desaparecer con patios de tierra, las clases no tenían ni mapas... Hubo unos momentos muy duros, pero contaba con un profesorado que metió muchas horas y conseguimos salir adelante y estar cada año más fortalecidos. En ese momento también se ganaron varios premiso nacionales. Todo esto fue haciendo mella y después se ha ido superando. Hemos conseguido las vallas, el patio de cemento y tras luchar con la Consejería y el Ayuntamiento, conseguimos el pabellón. Aunque uno de los mejores momentos en esta escuela ha sido el del 25 aniversario que reunimos a unos 400 ex alumnos...

- ¿Y cómo definiría la situación actual del colegio?

- El Ángel Oliván es una familia, quizá presume menos que otros centros, pero con respecto al funcionamiento en educación primaria no nos tiene que dar lecciones nadie. En cuanto a las TIC´s tampoco porque ahora mismo estamos desarrollando el PILC (Programa de Inmersión Lingüística de Centros), este año nos han concedido el 'Escuela 2.0', lo que significa que 5º y 6º van a trabajar todo con el ordenador en clase. También estamos en el Plan de Mejora de Bibliotecas y en muchos otros programas que modernizan el centro. Todas las clases tienen proyectores, ordenadores y este verano ya tendrán pizarra digital... Y ahora, lo que queda es combinar valores, como el esfuerzo, con la tecnología.

- ¿Se encuentra en una situación inferior a otros colegios?

- En Calahorra los ingenieros salen del Valle, del Quintiliano, Agustinos y Teresianas, no hay ningún centro que demuestre ser mejor que otros centros. De aquí han salido números 1 de España, así que no tenemos una calidad inferior.

- El último Consejo de Educación señaló la inmigración como un problema importante en La Rioja, sobre todo por el aspecto cultural, ¿Lo es realmente?

- Hay un tipo de inmigrante que llega con 9 o 10 años y los niveles educativos que traen suelen ser bajos y hay que plantear otro tipo de enseñanza para ellos. También hay otros que han nacido en España y que se adaptan bien y no crean ningún problema, pero también hay otros que no quieren adaptarse y dan más problemas. Pero la inmigración es algo que ya está asumido y con lo que hay que vivir. En el centro tenemos profesorado suficiente para atender a los niños del Programa de Educación compensatoria. Estamos 18 profesores y otros que se comparten con otro centro... Y en cuanto a alumnos, solemos tener unos 230.

- Cada vez se cuestiona más la calidad de la enseñanza española, ¿Considera que debería realizarse un cambio importante?

- Sí. No se puede tirar todo lo que hemos tirado por la borda. Un sistema fuerte de valores tiene que volver, la educación tiene que basarse en el esfuerzo y otros muchos valores que han desaparecido. Aunque lo que es claro es que si la familia no funciona, la escuela tampoco.

- ¿Quizá se haya suplido esta educación en valores con la tecnología?

- La tecnología no tiene que ser el gran remedio de la educación, sino la educación en valores, la cultura del esfuerzo. Quizá si los ministerios, consejerías y periodistas que hablan tanto de educación, se callaran un poco y pidieran la opinión a los maestros, quizá funcionara mejor la escuela.

- ¿Cuál es la situación de Educación en La Rioja?

- Parece ser que no va mal. Los niveles que está dando la comunidad son buenos y los centros no destacan sobre otros, en Calahorra están más o menos equiparados.

- ¿Qué diferencias encuentra entre el alumnado actual y el que había cuando comenzó?

- Antes salían a la calle y ahora están en casa encerrados con las maquinitas y en el centro, antes salían del colegio en 8º y ahora en 6º y yo considero que esto fue un error. Pero todo depende del ambiente familiar, si la situación en casa es buena, el niño suele generar menos problemas. Sí que es cierto que los mayores problemas se dan en la ESO porque hay muchos alumnos que pasan de todo. Cada vez exigimos más derechos y tenemos menos obligaciones.

- ¿Qué se lleva de estos casi 30 años en el Ángel Oliván?

- Del centro me llevo a los alumnos, a unos porque les has tomado más cariño porque su situación económica era peor o porque han sido muy responsables. Cada triunfo de uno de ellos es un triunfo del colegio. Si tuviera que elegir algún momento me quedaría con algunos de los viajes, con la celebración del 25 aniversario... Y a nivel personal me quedo con ese grupo de alumnos con el que voy a cenar todos los años en noviembre y también con muchos profesores que hemos tenido aquí que son oro de ley. Y también me gustaría destacar al personal no docente porque es de matrícula de honor.

- Imagino que también habrá momentos duros...

- Hay momentos muy duros. Le ocurre algo a la familia de un alumno, cuando te enteras de que ex alumnos del centro han fallecido en un accidente en el carretera... Esos momentos son muy duros, al igual que cuando padecen alguna enfermedad grave... Estos momentos también te los llevas.

 
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