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Margarita Aldama concejala del Partido Riojano - |
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Carramiñana, Jesús Mª García y Elisa Garrido - |
Los actos
del último día de las Fiestas de Agosto de Calahorra se centran en la
procesión de los Santos, ya que en su honor los calagurritanos cuentan
con estos siete días festivos dentro de su calendario. Este año, la
Cofradía de los Santos Mártires cedió el honor de portar a los santos
durante la procesión a la familia de Teo González, familia que ha
financiado buena parte de la obra realizada para recuperar la capilla de
los Santos de la Catedral de Calahorra. "Yo estoy encantado de que haya
personas que quieran llevarlos y siempre que lo pidan, estaré encantado
de hacerlo", manifestó el presidente de la Cofradía, Javier Bretón.
La
corporación municipal partió del Ayuntamiento a las 10.30 horas precedida
por los Maceros, Banda Municipal de Música, Gaiteros y Comparsa de Gigantes
y Cabezudos para llegar hasta la Catedral, desde donde comenzó la procesión.
El recorrido que realizó la familia de Teo González y que estuvo seguido por
autoridades locales y regionales, además de un buen número de devotos,
comenzó por la Cuesta de la Catedral para seguir por la calle Mayor hasta
llegar al Raso.
Una vez allí,
se procedió a pasar a los niños por los Santos de modo que los más pequeños
puedan recibir la bendición de San Emeterio y San Celedonio y que estos les
protejan. Esta tradición, cada año cuenta con más adeptos, lo que ha
obligado a la organización a disponer de un pequeño escenario sobre el cual
posar los Santos y que los niños vayan pasando de la forma más ordenada
posible.
Después, la procesión
continuó por la calle Santiago, Cuatro Esquinas, Enramada, San Andrés,
Estrella, plaza Dr. García Antoñanzas y Cuesta de la Catedral. Una vez allí,
se pasó dentro de la Catedral calagurritana y se procedió a celebrar la
Misa, oficiada por el Obispo, Juan José Omella.
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El día 31
de agosto se dedica a honrar a los Santos Patronos con una procesión,
dentro de la cual también se pasa a los niños más pequeños por los
Santos para que éstos los protejan. Esta tradición parece que está
recobrando cada vez mayor fuerza ya que cada año son más los padres que
acuden acompañados de sus hijos a recibir la bendición de San Emeterio y
San Celedonio
