De Calahorra a Marte,
pasando por Madrid, Londres y Singapur. Esa ha sido la trayectoria de Miguel
Espinosa, que poco a poco se ha ido convirtiendo en un maestro de la cocina
en miniatura. Comenzó de pequeño, en su casa con sus hermanos, en el 2000 se
hizo cargo del Café Rioja en Calahorra y tan sólo un año después ya recibió
su primer premio con la 'Palmerita de ajetes tiernos'. Esto le animó para
seguir adelante y poco a poco ha recibido numerosos reconocimientos.
Actualmente,
además se regentar el Café Rioja en Calahorra, es director culinario del
National Geographic Café de Londres, Singapur y Madrid y gracias a este
puesto ha podido participar en el concurso 'La tapa de Madrid' y hacerse con
el primer premio con su pincho 'Planeta Marte'. Además, este mes ha sido
nombrado el mejor barista de La Rioja y en los próximos meses acudirá al
campeonato nacional. Su sueño: crear una escuela de cocina en Calahorra para
transmitir lo aprendido.
- Acaba de recibir el
primer premio del Certamen 'La Tapa de Madrid',
- Estoy orgulloso, contento y muy feliz. En
un primer momento se enviaron más de 2.000 invitaciones, y hubo 256
inscripciones, pero después el jurado realizó una criba y quedamos 29
participantes. Y, a partir de ahí, se nos invitó a elaborar el plato delante
del público y el jurado y ahí fue donde salí seleccionado como campeón.
- El pincho es 'Planeta
Marte', ¿Cómo surge?
- El concepto se debe a la empresa a la que
represento en Madrid, que es National Geographic Café. La idea surgió cuando
vi que el buñuelo quedaba muy esférico y podía hablar sobre la astronomía,
ya que National Geographic siempre está explorando el planeta, yo quise
hacer lo mismo pero en el planeta marte. Y en cuanto a los sabores y mezclas
que he utilizado, quería sorprender al jurado. El pincho es un buñuelo
relleno a base de huevo, jamón, hongos y salsa de piquillo, acompañado con
un vino reducido y servido sobre un recipiente de cristal que hace el efecto
de mantenerlo suspendido, en órbita.
- Además, ha vuelto a ser
distinguido como mejor barista de La Rioja, imagino que este ha sido un mes
para enmarcar...
- Desde luego. Además, aquí no ha acabado
todo porque estoy clasificado para el campeonato nacional de baristas, que
se celebra el 2 de diciembre; y también para el campeonato de España de
pinchos con National Geographic Café, que será a finales de noviembre y en
el que participaremos unos 50 o 60 participantes.
- ¿Cuál es el secreto de
un buen café?
- Lo principal es el producto y el origen.
Cuanta mayor altura tengan sus plantaciones, mejor es el grano, y después,
el secreto también está en el barista y en la mano que tiene a la hora de
realizar el café con la máquina de la que dispone.
- Son muchos los
reconocimientos que ha recibido desde que puso en marcha el Café Rioja en
Calahorra, ¿Cuáles destacaría?
- El más simbólico es el primero que me
dieron en La Rioja con la 'Palmerita de ajetes tiernos' en 2001, que fue el
que despertó en mi las ganas de participar e ir progresando en la cocina en
miniatura. Y el premio que más ilusión me hizo fue el que me dieron en el
2007 a la trayectoria profesional con más éxitos y más corta, que me lo
dieron en Bilbao de la mano de la Asociación de Hostelería de La Rioja.
- ¿Cómo comenzó su
andadura en la cocina?
- El Café Rioja lo cogí en el 2000 y comencé
por vocación, siempre me ha gustado mucho la cocina. Además, somos once
hermanos y teníamos que dividirnos las tareas de casa. Una semana te tocaba
hacer las camas, otra el desayuno o ayudar en la cocina... Y yo siempre
tenía mis detalles al servir a mis hermanos y siempre me preocupaba un
poquito más. Mi vocación comenzó con esos pequeños detalles y después fui
comenzando en la hostelería los fines de semana para conseguir un dinero
extra y así estuve hasta que se me presento la oportunidad de coger el
Rioja. Mi formación ha sido a través del trabajo, la experiencia y lo que
vas aprendiendo día a día.
- Imagino que al recibir
tantos reconocimientos se habrán avivado las ganas de crecer y continuar con
lo que se está haciendo, ¿Tiene en mente algún nuevo proyecto?
- Proyectos siempre salen y más cuando se
gana un premio así, pero hay que tener los pies en la tierra y hacer las
cosas lo mejor que se puede y hay que saber elegir. Y ahora, por el momento,
lo que quiero es seguir con el café Rioja en Calahorra y también repartir lo
que sé y he aprendido poniendo en marcha una escuela de hostelería en mi
ciudad, pero esto tan solo es una idea.
- En Calahorra son muy
conocidos sus pinchos, ¿Qué es necesario para elaborarlos?
- El secreto yo creo que está en hacerlos
con alma, con corazón, y pensar que lo que vas a sacar a la barra te
gustaría dárselo a alguien en un momento muy especial. Y para mi, un momento
muy especial es desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche que me voy
a casa.
- ¿Cuál es el pincho
favorito de Miguel Espinosa?
- Para mí todos son especiales. Quizá 'La
alegría de la huerta' esté un poco más destacado porque fue premiado en 2007
como pincho vanguardista a nivel nacional, campeón de La Rioja y también
tuvo mucha repercusión en los medios de comunicación.
- ¿Cómo definiría este
pincho?
- Es una amplia diversidad de productos de
nuestra tierra, como son las verduras, acabando con un cherry caramelizado
relleno de chocolate y cebolla.
- Los productos de la
huerta calagurritana son motivo central de su cocina en miniatura.
- Sí, siempre que puedo y dispongo de
verduras, mis pinchos siempre cuentan con nuestro producto como principal.
- Usted es el director
culinario de los cafés de National Geographic en Madrid, Londres y Singapur.
¿Cómo comenzó esta aventura?
- Fue todo a partir del premio que recibí
con 'La alegría de la huerta' en 2007. Ellos abrieron una tienda en Londres
y también querían incorporar un café y en Londres si vendes bebida estás
obligado a tener comida y acudieron al campeonato de España para elegir a
alguien que se encargaría de realizar comida en miniatura y me eligieron a
mi. Yo soy el responsable de la carta y los pinchos de los cafés de National
Geographic.
- Entre tanto concurso, su
cargo en National Geographic y su establecimiento de Calahorra, ¿Le queda
tiempo para usted?
- Tristemente cada día me queda menos. Pero
lo más importante y lo que más se necesita es el apoyo de tu familia, tanto
en momentos alegres como cuando llegan otros momentos peores, que también
los hay. Lo que más echo de menos es el tiempo que dedico a mi hija y mi
mujer, pero afortunadamente hoy en día todo es más fácil con las nuevas
tecnologías y hablar con ellas y poder verlas por la webcam siempre me calma
esa necesidad. |