"Se empezó a utilizar
el terreno en 1885 porque estaban en plena epidemia de cólera y como ya tenían
los terrenos, se empezó a inhumar allí"
"Un
cementerio es un museo al aire libre, es cronológico y es uno de los pocos en
los que se pueden tocar las esculturas"
"En
los panteones se ve cómo las grandes mansiones de la calle Mártires, se traducen
a una escala más pequeña en el cementerio"
"Destaca el panteón de los Hijos de Rafael Díaz, que
tiene forma de templete y es un perfecto trasunto del
Humilladero que hay junto al Carmen"
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Es doctora en Historia del
Arte y autora de varios artículos sobre aspectos concretos del cementerio de
La Planilla de Calahorra e incluso cuenta con una beca del Instituto de
Estudios Riojanos para la investigación del cementerio. Tras varios años de
investigación continúa sintiendo curiosidad por él y pide a cualquiera que
tenga información del viejo cementerio o fotografías antiguas que contacte
con ella a través de la dirección: cementeriodecalahorra@gmail.com.
Aprovechando
la fecha de Todos los Santos y a iniciativa de Amigos de la Historia, Ana
Jesús Mateos Gil realizó una visita guiada por el cementerio de Calahorra en
la que explicó los elementos más destacados que alberga. Pero sus estudios
no sólo se han centrado en el cementerio, su tesis doctoral se centró en la
Arquitectura de Calahorra y también publicó más adelante, en 2004, un libro
sobre el legado judío de Calahorra.
- ¿Cuándo comenzó su
investigación sobre el cementerio de La Planilla?
- Comencé en 2008 y todo nació a raíz de una
mesa redonda que organizó la asociación Amigos de la Historia en la que se
habló sobre el futuro del cementerio. Ahí fue donde yo tomé conciencia de
que ahí teníamos un patrimonio olvidado porque la verdad es que generalmente
nadie les presta atención y sales sin fijarte en los valores artísticos que
hay allí porque parece que pensar en una tumba no es agradable, pero hay que
ir más allá y ver esos elementos artísticos y conmemorativos que hay. Cuando
comencé a estudiar el cementerio, solicité una ayuda al Instituto de
Estudios Riojanos y este año se me ha concedido otra.
- ¿Cuáles fueron sus
primeras investigaciones?
- Durante la primera etapa me dediqué a
establecer el discurrir histórico del recinto, desde su construcción hasta
la última construcción de la última nave de nichos que se llevó a cabo en la
zona de la ampliación. Y en la segunda parte de la investigación realicé un
catálogo de todas las sepulturas que había.
- ¿Cuándo comenzó la
construcción de este cementerio?
- En 1887, en plena epidemia de cólera. Se
empezó a utilizar el terreno en 1885 porque por orden del gobernador civil
se mandó destruir el cementerio de La Clínica y como ya tenían los terrenos,
se empezó a inhumar rápidamente allí porque necesitaban ese terreno.
Después, cuando finalizó la epidemia de cólera se lo tomaron con más calma y
comenzó a construirse en el 87. Lo único que había era un tablado de madera
que lo cercaba.
- ¿Qué elementos destaca
de las sepulturas?
- Investigué las de suelo porque son los más
antiguos y es en los que puede haber más elementos artísticos. En el caso de
que llegara a desaparecer el cementerio, es muy complicado trasladar los
panteones. Creo que corría más prisa saber qué es lo que hay y qué merece la
pena conservar porque en el caso de que el volumen de los elementos a
conservar sea tan extraordinariamente grande no merece la pena conservarlo
porque, ¿dónde se guarda? Y esta es la conclusión a la que he llegado tras
realizar mi estudio, hay demasiados elementos que debería conservarse y por
ello conviene conservar este cementerio.
- ¿Cuáles son esos
elementos que merece la pena conservar?
- Hay muchas cosas y muy
variadas porque un cementerio es un museo al aire libre, es
cronólogico y es uno de los pocos en los que se pueden tocar las esculturas.
En el terreno artístico tiene dos elementos importantes: los panteones, que
sólo tiene ocho y no todos son de interés, aunque hay otros muy
interesantes; y, por otro lado, la escultura.
- ¿Cuáles son esos
panteones de gran interés?
- El de Plácido Madorrán y el de Cayetano de
Baroja. Hay otros anteriores, pero son bastante sobrios en cuanto a
decoración. De los panteones destaca cómo reflejan las modas o no. Hay
algunos muy sencillos como el de la familia Gómez; el de Cayetano Baroja,
que es mucho más modernista y es mucho más espectacular; el de Plácido
Madorrán es el más elevado y tiene incluso una escalera imperial de dos
tramos que se juntan en un rellano superior. Ahí se puede ver cómo esas
grandes mansiones que se estaban construyendo en la calle Mártires, que es
la zona de ensanche de aquella época, se traducen a una escala más pequeña
en el cementerio.
- ¿Qué se puede apreciar
con respecto a las esculturas que hay en el cementerio?
- Hay unas sepulturas de estilo clásico con
formas muy simples, que muchas fueron obra del maestro de obras Hermenegildo
Vivanco, que fue también concejal del Ayuntamiento. Hay otras que también
son clásicas pero tienen más elementos decorativos como molduras, columnas,
cariátides, etc. Y dentro de ellos destaca el panteón de los Hijos de Rafael
Díaz, que tiene forma de templete y es un perfecto trasunto del Humilladero
que hay junto al Carmen y es espectacular porque incluso en el interior
tiene una bóveda gótica con sus baquetones y sus claves. Después, llega el
neogótico, que es muy definible por las columnas con bases poligonales y los
capiteles con decoración vegetal. Ahí hay un tipo de sepulturas
romanticistas que siendo de piedra imitan el monte Gólgota, con una base de
piedra sobre la que se ha clavado una cruz que imita ser de madera y a veces
con un sudario. El máximo exponente es la tumba de los Ligorit, que eran
unos comerciantes de finales del XIX o principios del siglo XX.
- ¿En qué época se
encuentran más esculturas en el cementerio?
- En el modernismo, es el momento álgido de
la escultura de los ángeles. Por la calle del cementerio hay ángeles a ambos
lados. Hay algunos con flores, también hay otras figuras femeninas y son de
una gran calidad. Después llega el racionalismo con sepulturas que son una
cruz sencilla y de grandes proporciones, pero en esa época también hay un
par de ángeles muy interesantes. Uno es el de la tumba del millonario, de
Ángel Oliván, y se ve un ángel que coloca flores sobre la tumba. El otro es
el de la familia Esparza y es un ángel inquietante, con capucha, un escudo y
una espada y está cuidando un sepulcro vacío porque está incidiendo en la
idea de la resurrección.
- La conclusión de su
estudio es que debe conservarse en el cementerio, ¿Cómo podría hacerse para
que no afecte al desarrollo de la ciudad?
- En otras ciudades como París están
integrados completamente en el casco urbano y son visitables y cuentan con
visitas guiadas como en Barcelona, en Montjuic. Tan sólo es cuestión de un
planteamiento urbano coherente y es evidente que si se construye detrás del
cementerio son necesarios viales de acceso, pero al lado del cementerio se
cuenta con el centro de formación de la EFA, que cuenta con una parte de
terreno que son jardines y yo creo que podría hacerse un vial de acceso a
ese nuevo barrio, en lugar de tener que atravesar el cementerio. Yo creo que
con buena voluntad por parte de todos podríamos encontrar la manera de
conservar un patrimonio que está ahí y hay que respetar a nuestros
antepasados y conservar lo que ellos han hecho. Y desde luego, motivos
artísticos e históricos hay de sobra para conservar el recinto del
cementerio. |