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LA ENTREVISTA

Miguel Legarre

- Presidente de la Comunidad de Regadíos de Calahorra -

- Queremos modernizar el regadío de Los Molinos porque es antiquísimo y crea muchos problemas -


 

 

 

 

 

"Llevo toda la vida dedicado a la agricultura, he sido concejal y presidente de la Cooperativa Santos Mártires y ahora empiezo una nueva etapa"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"El problema es que no hay gente joven que se quiera dedicar a la agricultura porque no se saca dinero y el campo es lento hasta que produce"

 

 

 

 

 

 

 

 

"Cuando fui concejal intenté la ordenación parcelaria, pero no caló en la gente porque hay mucho pequeño propietario y es muy difícil ponerlos de acuerdo"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"En Calahorra nos hemos quedado como artesanos, no hay fuertes producciones de nada"

 

 

Dedicado a la agricultura durante toda la vida, en la segunda legislatura de Javier Pagola, le acompañó como concejal de agricultura. También ha sido presidente de la Cooperativa de los Santos Mártires. Además, junto a otros socios, regenta la bodega Viñedos del Carmen. Ahora tomará posesión del cargo de Presidente de la Comunidad de Regadíos de Calahorra, cargo que deja Blas Fernández.

José Miguel Legarre se muestra preocupado por la antigüedad de los regadíos de Calahorra y le gustaría poder modernizarlos, pero el coste de la actuación es muy alto aunque actualmente se encuentra en periodo de estudio. También considera fundamental la implicación de los jóvenes en la agricultura y la competencia de otras regiones que cuentan con infraestructuras mucho más modernizadas.

- ¿Cómo surge la oportunidad de presidir la Comunidad de Regadíos?

- Yo me he dedicado a la agricultura toda la vida, pero nunca me había surgido la oportunidad de presidir la Comunidad de Regadíos. En su día fui presidente de la Cooperativa del Campo Santos Mártires, pero asistí a la junta ordinaria de socios de la Comunidad, me lo propusieron, acepté y empiezo una nueva etapa.

- ¿Es buena la relación con el anterior presidente, Blas Fernández?

- Sí, muy buena. Cada presidente tiene que cumplir con un mandato de cuatro años y después puede presentarse a la reelección. Estos días hemos estado hablando y me ha dado las directrices sobre cómo funciona la Comunidad de Regadíos. Cuando entre oficialmente como presidente y conozca los acuerdos que tiene la Comunidad con las instituciones, etc. ya tendré un conocimiento mayor de cuál es la situación exacta. El día 29 de diciembre entraré oficialmente como presidente.

- ¿Está preparado para poner de acuerdo a tantas personas?

- Somos 3.000 socios los que participamos en la Comunidad de Regadíos, pero estoy tranquilo, no me apuro, he estado en situaciones más complicadas.

- ¿Cuáles son los proyectos programados de cara a este próximo año?

- Este año no hay muchas actuaciones programadas, pero hay en estudio la derogación del sistema de regadío, que es una obra bastante importante, aunque todavía no tenemos cifras del costo que podría suponer. La obra se desarrollaría en la zona de Los Molinos. Calahorra tiene regadíos tradicionales a pie de la época en la que vivían aquí los moros. Las acequias son de la misma tierra, están torcidas... El sistema es antiquísimo y estos crea muchos problemas de conservación, de pérdida de aguas, etc. Ahora se está estudiando la renovación del sistema de regadíos. Ya comenzó el estudio con la anterior junta directiva y ahora continuaremos. Es muy costoso realizar este proyecto y hay que contar con mucha gente. La Comunidad Autónoma es la que más aporta y los propietarios deben satisfacer la cifra restante.

- ¿Existe el relevo generacional en agricultura?

- No, ese es el principal problema. No hay gente joven que se quiera dedicar a la agricultura y en Calahorra es uno de los pueblos en los que menos jóvenes hay porque no se saca dinero. Además, es muy lento el campo hasta que empieza a producir. Tienen muchas ayudas e incentivos importantes para la primera instalación y son muy buenas, pero ni así consiguen que la gente joven vaya al campo.

- Los agricultores manifiestan su malestar y señalan que el coste de producción muchas veces es mayor que el beneficio.

- No me extraña que se quejen y que la gente esté desanimada. Ahora parece que es más interesante importar que producir, pero yo creo que país que pierde su comer, se vuelve muy vulnerable. En Europa no podemos competir, a nivel de costos, con marroquíes, argelinos y peruanos.

- Ahora contamos con un nuevo ministro de Agricultura ¿Se podrá salvar el sector agrícola?

- A la agricultura se le tiene muy poco en cuenta porque ya quedamos pocos agricultores. Dentro del IPC de una nación cada vez ocupamos menos espacio porque cada vez la comida vale menos y se importa una gran cantidad. Siendo España un país agrícola importante, estamos cayendo, y esta zona todavía es peor porque las infraestructuras que tenemos son minifundios. No hemos tenido apoyos, hasta ahora, de la administración para haber ordenado la tierra, etc. Entonces no creo que pueda solucionarlo porque ya no somos un sector relevante.

- ¿La concentración parcelaria podría ser una solución?

- Sí, pero sólo se ha hecho por La Rioja Alta porque era más sencillo, las superficies eran mayores, los regadíos no tenían tantos años como aquí... Cuando fui concejal intenté que se ordenaran las tierras y en las jornadas de la horticultura intenté explicar este tema de ordenación parcelaria pero no caló en la gente y el año que me marchaba pedí al consejero de Agricultura que asistiera a la charla y la impartiera, pero tampoco Íñigo Nagore consiguió nada. Aquí hay mucho pequeño propietario y es muy difícil poner de acuerdo a tantos propietarios.

- Calahorra cuenta con la IGP de la Coliflor, ¿Sigue teniendo relevancia esta distinción?

- Creo que esta Indicación Geográfica Protegida está desapareciendo. Existen 4.000 IGP de calidad y las mujeres se tienen que volver locas cuando van a comprar. Lo importante no es contar con una IGP, sino crear infraestructuras porque sin ellas es complicado que la gente se dedique al campo y vuelvan los jóvenes a hacerse cargo.

- Entonces, ¿En qué se centra la agricultura de Calahorra?

- Se va quedando con muy pocos cultivos porque hay otras zonas de España que se han incorporado más tarde pero con buenas infraestructuras y están por delante. Aquí vamos a menos y ellos van a más. Es importante ir modificando todo poco a poco, pero sin parar. Es la única forma de poder mantener lo que hay.

- Existen otras comunidades cercanas que están más modernizadas que La Rioja.

- Navarra está muy modernizada en el tema de regadíos y ha dado la explosión gracias al Canal de Navarra. Nosotros nos quedamos como artesanos, se practica más una agricultura de artesanía y de supervivencia que industrializada. Calahorra no tiene fuertes producciones de nada, tiene un poco de todo.

- ¿Qué problemas tienen los agricultores calahorranos?

- Existe un fuerte incremento de las cuotas que tenemos que pagar los agricultores por algunas tierras que son muy poco productivas, como es el caso de las tierras que cubren el Canal de Lodosa, son mucho más altas que las de la Ribera. Pero es imposible bajar estas tasas, porque se pagan por el suministro de agua y es el propio canal el que nos cobra esta cantidad. Esa zona es muy cara porque hay que abonar mayor cantidad por el servicio de mantenimiento en el canal.

- Entonces, ¿cuáles son sus expectativas al frente de la Comunidad de Regadíos?

- Con la que está cayendo, intentar mantener lo que hay. Por lo menos intentar que no vaya a peor. La gente no tiene ganas de hacer nada, si se propone hacer alguna obra, aceptan, pero casi nunca son ellos los que proponen llevar a cabo alguna actuación.

 
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