Dedicado a la agricultura
durante toda la vida, en la segunda legislatura de Javier Pagola, le
acompañó como concejal de agricultura. También ha sido presidente de la
Cooperativa de los Santos Mártires. Además, junto a otros socios, regenta la
bodega Viñedos del Carmen. Ahora tomará posesión del cargo de Presidente de
la Comunidad de Regadíos de Calahorra, cargo que deja Blas Fernández.
José
Miguel Legarre se muestra preocupado por la antigüedad de los regadíos de
Calahorra y le gustaría poder modernizarlos, pero el coste de la actuación
es muy alto aunque actualmente se encuentra en periodo de estudio. También
considera fundamental la implicación de los jóvenes en la agricultura y la
competencia de otras regiones que cuentan con infraestructuras mucho más
modernizadas.
- ¿Cómo surge la
oportunidad de presidir la Comunidad de Regadíos?
- Yo me he dedicado a la agricultura toda la
vida, pero nunca me había surgido la oportunidad de presidir la Comunidad de
Regadíos. En su día fui presidente de la Cooperativa del Campo Santos
Mártires, pero asistí a la junta ordinaria de socios de la Comunidad, me lo
propusieron, acepté y empiezo una nueva etapa.
- ¿Es buena la relación
con el anterior presidente, Blas Fernández?
- Sí, muy buena. Cada presidente tiene que
cumplir con un mandato de cuatro años y después puede presentarse a la
reelección. Estos días hemos estado hablando y me ha dado las directrices
sobre cómo funciona la Comunidad de Regadíos. Cuando entre oficialmente como
presidente y conozca los acuerdos que tiene la Comunidad con las
instituciones, etc. ya tendré un conocimiento mayor de cuál es la situación
exacta. El día 29 de diciembre entraré oficialmente como presidente.
- ¿Está preparado para
poner de acuerdo a tantas personas?
- Somos 3.000 socios los que participamos en
la Comunidad de Regadíos, pero estoy tranquilo, no me apuro, he estado en
situaciones más complicadas.
- ¿Cuáles son los
proyectos programados de cara a este próximo año?
- Este año no hay muchas actuaciones
programadas, pero hay en estudio la derogación del sistema de regadío, que
es una obra bastante importante, aunque todavía no tenemos cifras del costo
que podría suponer. La obra se desarrollaría en la zona de Los Molinos.
Calahorra tiene regadíos tradicionales a pie de la época en la que vivían
aquí los moros. Las acequias son de la misma tierra, están torcidas... El
sistema es antiquísimo y estos crea muchos problemas de conservación, de
pérdida de aguas, etc. Ahora se está estudiando la renovación del sistema de
regadíos. Ya comenzó el estudio con la anterior junta directiva y ahora
continuaremos. Es muy costoso realizar este proyecto y hay que contar con
mucha gente. La Comunidad Autónoma es la que más aporta y los propietarios
deben satisfacer la cifra restante.
- ¿Existe el relevo
generacional en agricultura?
- No, ese es el principal problema. No hay
gente joven que se quiera dedicar a la agricultura y en Calahorra es uno de
los pueblos en los que menos jóvenes hay porque no se saca dinero. Además,
es muy lento el campo hasta que empieza a producir. Tienen muchas ayudas e
incentivos importantes para la primera instalación y son
muy buenas, pero ni así consiguen que la gente joven vaya al campo.
- Los agricultores
manifiestan su malestar y señalan que el coste de producción muchas veces es
mayor que el beneficio.
- No me extraña que se quejen y que la gente
esté desanimada. Ahora parece que es más interesante importar que producir,
pero yo creo que país que pierde su comer, se vuelve muy vulnerable. En
Europa no podemos competir, a nivel de costos, con marroquíes, argelinos y
peruanos.
- Ahora contamos con un
nuevo ministro de Agricultura ¿Se podrá salvar el sector agrícola?
- A la agricultura se le tiene muy poco en
cuenta porque ya quedamos pocos agricultores. Dentro del IPC de una nación
cada vez ocupamos menos espacio porque cada vez la comida vale menos y se
importa una gran cantidad. Siendo España un país agrícola importante,
estamos cayendo, y esta zona todavía es peor porque las infraestructuras que
tenemos son minifundios. No hemos tenido apoyos, hasta ahora, de la
administración para haber ordenado la tierra, etc. Entonces no creo que
pueda solucionarlo porque ya no somos un sector relevante.
- ¿La concentración
parcelaria podría ser una solución?
- Sí, pero sólo se ha hecho por La Rioja
Alta porque era más sencillo, las superficies eran mayores, los regadíos no
tenían tantos años como aquí... Cuando fui concejal intenté que se ordenaran
las tierras y en las jornadas de la horticultura intenté explicar este tema
de ordenación parcelaria pero no caló en la gente y el año que me marchaba
pedí al consejero de Agricultura que asistiera a la charla y la impartiera,
pero tampoco Íñigo Nagore consiguió nada. Aquí hay mucho pequeño propietario
y es muy difícil poner de acuerdo a tantos propietarios.
- Calahorra cuenta con la
IGP de la Coliflor, ¿Sigue teniendo relevancia esta distinción?
- Creo que esta Indicación Geográfica
Protegida está desapareciendo. Existen 4.000 IGP de calidad y las mujeres se
tienen que volver locas cuando van a comprar. Lo importante no es contar con
una IGP, sino crear infraestructuras porque sin ellas es complicado que la
gente se dedique al campo y vuelvan los jóvenes a hacerse cargo.
- Entonces, ¿En qué se
centra la agricultura de Calahorra?
- Se va quedando con muy pocos cultivos
porque hay otras zonas de España que se han incorporado más tarde pero con
buenas infraestructuras y están por delante. Aquí vamos a menos y ellos van
a más. Es importante ir modificando todo poco a poco, pero sin parar. Es la
única forma de poder mantener lo que hay.
- Existen otras
comunidades cercanas que están más modernizadas que La Rioja.
- Navarra está muy modernizada en el tema de
regadíos y ha dado la explosión gracias al Canal de Navarra. Nosotros nos
quedamos como artesanos, se practica más una agricultura de artesanía y de
supervivencia que industrializada. Calahorra no tiene fuertes producciones
de nada, tiene un poco de todo.
- ¿Qué problemas tienen
los agricultores calahorranos?
- Existe un fuerte incremento de las cuotas
que tenemos que pagar los agricultores por algunas tierras que son muy poco
productivas, como es el caso de las tierras que cubren el Canal de Lodosa,
son mucho más altas que las de la Ribera. Pero es imposible bajar estas
tasas, porque se pagan por el suministro de agua y es el propio canal el que
nos cobra esta cantidad. Esa zona es muy cara porque hay que abonar mayor
cantidad por el servicio de mantenimiento en el canal.
- Entonces, ¿cuáles son
sus expectativas al frente de la Comunidad de Regadíos?
- Con la que está cayendo, intentar mantener
lo que hay. Por lo menos intentar que no vaya a peor. La gente no tiene
ganas de hacer nada, si se propone hacer alguna obra, aceptan, pero casi
nunca son ellos los que proponen llevar a cabo alguna actuación. |