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   LOGROÑO (LA RIOJA) - SALUD -   LUNES - 25-06-12

José María Lapeña. Médico Hematólogo.


Cerca de poner punto y final a su carrera, el Dr. Lapeña hace balance y nos cuenta cómo han sido estos años como médico hematólogo en los distintos hospitales de La Rioja. Este riojano ha pasado casi 40 años entre la atención a pacientes y el laboratorio de hematología y destaca por su aportación a la especialidad hematológica y por su trabajo en el Banco de Sangre.

LOGROÑO (LA RIOJA) 25-06-12

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-¿Cómo fueron sus primeros pasos en la medicina?

-Terminé la carrera en el 73 llegué al hospital San Millán recién reformado y acondicionado. Era un hospital para enamorar: Todas las habitaciones arregladitas, todas las ventanas con su toldo verde.

-¿Se podría comparar con el hospital San Pedro actual?

-Salvando las distancias: las habitaciones eran de tres enfermos... La diferencia es que era muy familiar y acogedor. Había un ambiente muy interesante. Fue un momento en el que el hospital comenzó a jerarquizarse y ha compartimentarse todos los servicios como traumatología, ginecología, cardiología, cirugía... con equipos de médicos que ya habían hecho la especialidad en importantes centros.

-Pero hizo la especialidad en Zaragoza.

-Tuve que hacerla en Zaragoza porque estos equipos de especialistas se formaron a partir del 74 y no fue hasta el 76 cuando los médicos pudieron hacer su especialidad en el San Millán.

-Usted es hematólogo ¿Siempre ha estado dentro del laboratorio?

-No siempre. Si opté precisamente por la especialidad de hematología fue porque no tenía que estar únicamente dentro del laboratorio, sino que también participaba del trato directo con el enfermo. Un apartado de mi profesión, incluso mayor que el de laboratorio era el de estar de cara al enfermo y diagnosticar.

- En qué consiste el trabajo de un Hematólogo.

- Inicialmente trataba directamente con el enfermo, así que consistía en visitarlo, pedir las analíticas pertinentes, estudiar su sangre al microscopio, diagnosticar y, si era el caso, poner un tratamiento al paciente. Unos años más tarde la hematología se especializa y se dividen los equipos en diferentes laboratorios de tal manera que si trabajas en el banco de sangre, apenas sales de ahí.

-¿Cuál es la mínima cantidad que necesita un hematólogo para estudiar la sangre de un paciente y qué encontramos en ella?

- Con un milímetro cúbico tenemos 4 millones y medio de glóbulos rojos 7.000 de glóbulos blancos y unas 700 o 400 mil plaquetas y eso es suficiente para analizar.

-¿Cómo se analiza?

-Colocamos una gota gruesa de sangre en una plaquita de cristal y la extendemos. Ahí podemos calcular el hemograma completo: hemoglobina, hematocrito, el volumen corpuscular, la concentración de hemoglobina media, 7 u 8 parámetros de los glóbulos rojos, también las plaquetas y los leucocitos, etc. Todo esto ahora lo hace una máquina, por eso yo digo que ahora los análisis se hacen por un tubo; pero a mi me tocó hacer la formula leucocitaria mirando al microscopio, contando células.

- Con la automatización se ha simplificado su especialidad.

-El trabajo que ahora hace el hematólogo es supervisar las analíticas y la que sale un poco rara es la que hay que estudiar más a fondo.

-En su laboratorio se reciben analíticas de toda La Rioja. ¿Cual es el porcentaje de gente sana?

-Efectivamente, no solo recibimos las muestras del mismo hospital sino que aquí vienen a parar las muestras de todos los centros de salud de La Rioja. Afortunadamente el 80 o 90% de ellas están correctas.

-¿Por qué los análisis que nos manda el médico se tienen que hacer en ayunas?

-Porque hay que hacerla en condiciones basales óptimas y que las determinaciones que hacen de bioquímica como son la glucosa o el colesterol respondan a unos parámetros reales. Si hacemos una analítica a una persona en medio del día seguramente salgan la glucosa y el colesterol altos y no tienen valor. Además lo que haya comido influye tanto que incluso puede llegar a influir en las pruebas hepáticas.

-Hay ocasiones en las que el paciente va por urgencias y le hacen una analítica sin estar en ayunas.

-Hay parámetros que no varían como son la coagulación o el hemograma y además de tener en cuenta que no viene en ayunas vas buscando una serie de parámetros dependiendo del problema con el que haya venido ese paciente a urgencias. Este es un ejemplo de por qué una máquina no sirve de nada si no hay una interpretación detrás de un médico que designe si hay que proseguir el estudio por una línea o por otra.

-¿Se hacen todas las pruebas de sangre en el mismo laboratorio?

-No, el área de laboratorio es muy extensa y está dividida en distintos laboratorios: hematología, bioquímica general, bioquímicas especiales...

-Además de los laboratorios de hematología, bioquímica, etc., está el Banco de Sangre.

-Si. Es un área que funciona muy bien gracias a los riojanos. Se puede afirmar con orgullo La Rioja nunca ha tenido carencias. Hay muy buenos donantes en nuestra comunidad.

-Pero no ha sido siempre así ¿Desde cuándo tenemos banco de sangre propio en nuestra comunidad? ¿Qué hacían antes con las bolsas?

- Desde hace unos 6 años. Hasta entonces, en el hospital San Millán procesabamos las bolsas y las enviábamos a los distintos hospitales y centros de salud de La Rioja. Incluso hemos llegado a donar sangre a otras comunidades. Hubo un momento que, de cuatro bolsas que extraíamos, una iba a cubrir las necesidades de enfermos de otras comunidades como Madrid o Zaragoza.

- Gran parte de su vida profesional la ha dedicado a trabajar precisamente en este área.

-Si, yo me he recorrido La Rioja en el autobús de los donantes de punta a punta durante más de 25 años, desde el año 78. Nuestra función era tomar las bolsas de sangre que donaban, de manera altruista los riojanos, y analizarlas y procesarlas.

- ¿Cómo era el trato con los donantes?

- Era estupenda. La gente de la asociación y sobre todo los delegados son gente maravillosa y muy altruista ya que, no sólo muchos de ellos donan sangre, sino que además se dedican a buscar y a convencer para que donen otros. Es una labor muy importante y encomiable. Fue una muy bonita experiencia.

-El pasado año la asociación de donantes de sangre le rindió un homenaje y La Federación Nacional de Donantes le Concedió el Mérito Nacional a la Donación de Sangre.

-Si, es un orgullo tener este galardón, pero sigo remarcando la importancia de estos delegados que siempre han atraído a los donantes y de los propios donantes.

-Ahora ya no trabaja en el banco de sangre.

-No, cuando se creó el banco de sangre y se subdividieron los laboratorios y los equipos yo me quedé en el laboratorio de hematología propiamente dicho.

-¿Caduca la sangre?

-Si. Dura unos 28-36 días.


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