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 Este año llegaremos a repartir 46.500 kilos de alimentos.
Entre todos procuramos que una familia que lo esté pasando mal pueda tener sus necesidades mínimas cubiertas... tienen que saber que la discreción es absoluta.
Hay gente que está viviendo en las casillas de campo de labranza, calahorranos de toda la vida que viven allí, sin luz, sin agua, sin baños.
-¿En qué consiste la sociedad de San Vicente de Paul?
- Se trata de una sociedad laica de ámbito mundial y de carácter católico a través de la cual tratamos de vivir nuestra fe ayudando a los más necesitados. Los socios, nos reunimos por grupos una vez a la semana de ahí el nombre de "Conferencia".
-¿Cuántos años llevan las Conferencias en Calahorra? ¿Cuántos grupos hay?
-En Calahorra la conferencia se inició el 2 de mayo de 1902 así que llevamos 110 años ayudando a los más necesitados. Está compuesta por dos grupos, la de mujeres y la de hombres. En la actualidad, aunque nos seguimos reuniendo por separado, en la práctica estamos juntos.
-¿En qué consisten las ayudas?
-Por un lado se les ayuda en lo material pero además se les ayuda en lo espiritual. Estar un rato con ellos, oírlos, escuchar sus problemas. Esto es precisamente lo que nos diferencia del resto de las asociaciones de ayuda. Para nosotros cuidar el cuerpo es tan importante como cuidar el espíritu y en esto nos llevan ventaja la conferencia de mujeres. Ellas hacen una labor enorme. Ellas visitan a las familias que tratamos y saben si los niños están bien alimentados, si van al colegio a diario. Entre todos procuramos que una familia que lo esté pasando mal pueda tener sus necesidades mínimas cubiertas.
-¿Cómo se organizan?
-Está todo organizado y controlado y llevamos un seguimiento de los necesitados. Cuando viene una persona o una familia a pedirnos ayuda, hablamos con esa persona y vemos cómo es su situación, cambiamos impresiones, y estudiamos las medidas a tomar para poderle ayudar. Siempre se les dice que la ayuda no es para siempre sino para mejorar su situación actual como la de encontrar trabajo y los medios para valerse por sí mismo.
-¿Hay distintos tipos de necesitados?
-Si. Hay necesitados que siempre requerirán ayuda. Lo que antes les llamábamos "los pobres de toda la vida, los mendigos". Pero hay otro tipo de personas que nunca han necesitado ayuda y que de repente se ven abocados a tener que pedirla.
-Corren malos tiempos ¿Cómo son los necesitados en Calahorra?
-Pues hay muchos de este último tipo. Son y han sido siempre gente normal con una vida en la que jamás hubieran pensado que iban a pasar necesidad, pero les ha azotado la crisis muy fuerte y se han quedado sin trabajo y casi sin ayudas y que no les llega para pagar luz, agua, gas y casi ni para comer. Es tremendo saber de gente que está viviendo en las casillas campo de labranza, calahorranos de toda la vida que viven allí, sin luz, sin agua, sin baños. En Calahorra hay gente que no tiene nada, que vienen por la tarde y no tienen ni para cenar. Lo que está pasando ahora no se ha visto nunca en Calahorra.
-¿En qué consisten las ayudas materiales?
-Les damos lotes de alimentos. A los niños más desfavorecidos hacemos que coman en los comedores escolares. El ayuntamiento les paga parte y nosotros el resto. Así nos aseguramos de que los niños estén alimentados y vayan al cole. Damos vales de butano para que no les falte el calor y comida caliente en invierno. Les ayudamos a hacer trámites. Pero especialmente nos fijamos en los niños.
-¿Cuántos kilos de alimentos han repartido?
-El año pasado repartimos 34.634 kilos de alimentos y este año ya vamos por los 34.882, así que llegaremos a 46.500.
-¿Cómo los adquieren? ¿Quién les ayuda a ustedes?
-El 13% viene de la C.E. a través del Banco de Alimentos de La Rioja aunque este año han recortado casi un 70%. Congelados Virto, supone un 10% de los alimentos. De la conservera El Cidacos recabamos otro 10%. Estas empresas se están portando extraordinariamente con nosotros. También empresas particulares de Calahorra como por ejemplo J.A. Castillo, supone un 5%. Un porcentaje se saca de la operación Kilo en Navidad, en la que participa la Vera Cruz. No obstante nosotros aportamos más del 50%, que lo compramos todo en las tiendas y supermercados de Calahorra, unas veces a unos, otras a otros, siempre mirando el céntimo. También compramos a fábricas: legumbres, tomate, galletas. Casi todas nos dan algo más. Todo esto se organiza en una bajera que el ayuntamiento nos ha prestado para estos fines.
-¿Cómo manejan esas cantidades?
-A veces nos los traen las propias tiendas y otras vamos con nuestros propios coches, los cargamos y descargamos. Manejamos 36 toneladas en una bajera de 70 metros cuadrados. Hay que estar muy organizado para preparar en lotes 4.000 kilos de alimentos cada mes en un sitio tan pequeño. Todo está muy organizado e informatizado.
-Cuántas personas realizan este trabajo.
-Somos 14 personas entre mujeres y hombres.
-¿De dónde sale el dinero?
-De nuestro bolsillo y de las donaciones. Pero no se por qué nunca ha faltado el dinero. Cuando tienes que ayudar a más gente, agudizas el ingenio y pides con más hincapié.
-¿Pueden decirnos a cuántas familias están ayudando en este momento?
-Unas 130 familias, 130 lotes que alimentan a casi 500 personas. Pero es bastante variable, en verano tienen más oportunidades de trabajo, ahora empezará a venir más gente.
qué medida se cubren la alimentación a estas familias?
-Estamos seguros de que cubrimos 15 o 20 días del mes con nuestras ayudas. Nos encantaría cubrirles el 100%, pero no tenemos medios suficientes.
-¿De dónde proceden?
-El 60% son españoles, un 16% de americanos, el 21% de árabes y un 4% del resto como Rumanía, Portugal…
-Cada uno con su historia y sus creencias.
-Por supuesto nosotros somos católicos, pero en la regla de San Vicente de Paul dice claramente que no importa la raza, la religión o las creencias del necesitado.
-¿Cuál es la mayor preocupación de la Conferencia ahora mismo?
-Estamos muy preocupados porque sabemos que hay gente que no tiene absolutamente nada, que se les han acabado todos los recursos. El problema es que no tenemos la forma de llegar a ellos. No sabemos quiénes son y no los podemos ayudar si no se acercan a hablar con nosotros. Ellos tienen que confiar en nosotros y tienen que saber que la discreción es absoluta y que los podemos ayudar y apoyar en todo. A estas personas se les pone un seudónimo y no las conoce nadie, les llevamos los alimentos a casa y de su necesidad no saben mas que ellos y una o dos personas de nosotros.
-Pero hay gente que dice que ustedes dan a familias que no lo necesitan.
-Para empezar, no hay dinero de por medio, se les dan alimentos. Llevamos unos controles muy estrictos internos. No obstante la picaresca siempre ha existido. Hasta a Jesucristo le engañaron sus apóstoles.
-Si una persona necesita contactar con la Conferencia ¿cómo lo debe hacer?
- Las personas necesitadas pueden llamar a este teléfono: 626 184 265. Únicamente en horarios de oficina: de 9 a 13:00 y de 16:00 a 19:00h. Garantizamos discreción absoluta. Este teléfono también sirve para la gente que quiera ayudar con su tiempo, con su dinero o con lo que pueda aportar.
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