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   CALAHORRA (LA RIOJA) - COMERCIO -   JUEVES - 28-11-13

María López. Dependienta en un supermercado.


En estas fechas navideñas el trabajo en el comercio aumenta. De hecho las estadísticas dicen que la mayoría del comercio obtiene entre el 70 y el 80 por ciento de sus ingresos en la etapa navideña. Hablamos con una persona que es dependienta en una gran superficie y con bastante experiencia en el sector comercio de cara al público.


CALAHORRA (LA RIOJA) 28-11-13

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Tienes que ser limpiadora, reponedora, decoradora y además psicóloga, agente de ventas y policía

Yo he visto gente que el primer día de trabajo ha abandonado. Se ha marchado porque el ritmo es muy fuerte.

En casa acabas colocando las cosas en la nevera y en la despensa igual que en las estanterías del súper.

Los matrimonios jóvenes vienen juntos a comprar y opina tanto ella como él. Compran en equipo.

Las mujeres alucinan con los tuperwares.


- Cuando se acercan estas fechas será un agobio para los trabajadores del comercio.

- El agobio es más por la cantidad de gente que suele haber por los pasillos, pero el trabajo es el mismo. En un supermercado, hiper, en una gran superficie, llámalo como quieras, hoy en día el trabajo es un 'no parar' desde que entras hasta que sales. A no ser que estés en algo muy concreto ya sea, pescadería, carnicería o algo así el resto tenemos que hacer y prácticamente saber de todo.

- ¿Cuánto tiempo lleva usted en este trabajo?

- Unos 15 años. Entré en primer lugar en un hiper. Luego entré en otro que cerró y ahora estoy aquí en otro pero prefiero no dar los nombres. Aunque ha habido periodos en los que he estado en el paro.

-¿Le ha salido este tipo de trabajo o lo ha buscado usted?

- Hombre por lo general entregas el currículum y la estancia en otros sitios similares siempre es un valor. Si voy a un "súper" entrego el currículum y saben que ya has trabajado en esto, eso es un valor y tienden a llamar a gente que conozca cómo funciona esto. También las excompañeras nos damos aviso si buscan gente.

- ¿Por qué dice que es un trabajo de 'no-parar'?

- Desde que entras hasta que sales no paras. La gente no se imagina lo que es esto. Entras por la mañana y desempaquetas, a veces descargas o ayudas a descargar el camión. Luego a reponer. También toca barrer, fregar o pasar la máquina de la limpieza (el tractor que dicen algunas). A media mañana por lo general hay que volver a reponer, sobre todo los lácteos que tienen mucho movimiento. Las fruterías, colocar y recolocar las naranjas, las manzanas, recogerlas del suelo. Y cada cierto tiempo a la caja. Yo eso es lo que peor llevo. Cambiar de registro. Pasar de reponer los danones a estar en la caja haciendo números. Pero en fin este trabajo ahora es así.

- Como en todos los trabajos habrá un momento para el descanso.

- En esto muy poco porque llega un momento en que se te mete el ritmo en el cuerpo y eres consciente de que si paras el trabajo se le estará amontonando a alguien o incluso a tí.

- Usted ya lleva años se habrá acostumbrado.

- A todo te haces. También hay gente que no se hace al tema. Yo he visto gente que el primer día de trabajo ha abandonado. Se ha marchado porque el ritmo es muy fuerte. No es que sea como picar en la mina pero es un no parar. No todo el mundo lo aguanta, y luego además el trato con la gente que te pregunta, consulta y en ocasiones te trata con poco respeto. No siempre es así pero vaya un par de veces al día te encuentras con alguno de estos que te puede amargar el día.

- ¿Qué tipo de cliente es el más exigente?

- Las mujeres en edad madura. De los 30 a los 60.

- ¿Y los hombres?

- En mi experiencia los hombres son otro mundo. Ahora se ven muchos más hombres en el hiper, antes se veían menos. Suelen ir a lo que van. Consultan poco y la mayoría van con una lista, que a veces las hacen ellos y a veces se la hace la mujer. Muchas veces te preguntan por tal o cual marca porque está mal escrita en la lista y no aciertan a saber qué tiene que comprar. Y luego están las señoras mayores...

- ¿También exigentes?

- Qué va. Están de vuelta de todo. El otro día estaba yo en frutería y me viene una señora con un frasco de tinte para el pelo a preguntarme si es bueno o si lleva "noséqué que le produce alergia". Yo, que estaba a cien metros de la sección de cosmética, tuve que dejar las naranjas y leer el prospecto del tinte y asegurarle que era el bueno. La señora tras coger el tinte había pasado por cuatro secciones diferentes, había esquivado a tres o cuatro compañeras y me pregunta a mí que estoy apilando fruta. Aunque las abuelas son un colectivo muy agradecido.

- ¿Y las que ha comentado de mediana edad?

- Bueno, hay algunas que las huimos todas. Parecen un cliché. Teñidas de rubio, con media melena, gafas de sol enormes, incluso en invierno. Muy maquilladas. Ropa cara y demasiado ajustada para su edad. Todas van con carro. Van con la actitud de "estoy aquí porque la chica del servicio libra hoy". Compran tonterías, no paran de preguntar tonterías y arman siempre gresca. Hablan ofendidas. No vienen a comprar. Vienen a montar un pollo. Pero vaya, todos los trabajos tienen lo suyo.

- Pero exige un esfuerzo físico importante.

- Sí. Si te fijas no hay gente mayor en estos trabajos somos casi todo mujeres y tirando a jóvenes. No exige especialización pero sí esfuerzo. Cuando llego a casa estoy agotada y no apetece cocinar o ponerte a hacer limpieza pero quieras que no tienes que hacerlo. También es cierto que condiciona tu forma de hacer las cosas. En casa acabas colocando las cosas en la nevera y en la despensa igual que en las estanterías del súper. De repente te das cuenta de que tienes los botes de conserva y la mayonesa todos perfectamente alineados y con la etiqueta mirando al frente. También desarrollas una memoria especial para lo que tienes que comprar para casa. Con una sola mirada ya sabes lo que te falta y lo que te tienes que comprar. La verdad es que mí este trabajo me gusta. Cuando voy de vacaciones siempre convenzo a mi marido para ver los supermercados de los sitios que visitamos y ver cómo disponen las cosas.

- El trato con la gente también cansa.

- Bueno, tienes que ser limpiadora, reponedora, decoradora y además psicóloga, agente de ventas y policía.

- ¿Policía?

- Sí hay gente que se lleva las cosas. No tanta como se pueda pensar, pero los hay. También hay señoras que echan cosas al bolso sin darse cuenta, esa es una circunstancia muy curiosa. Llevan su carro y la cesta de ruedas y sin darse cuenta echan el bote de mayonesa al bolso. Cuando pasan por caja te muestran el interior del bolso como si nada y le tienes que decir "señora que lleva el bote de mayonesa en el bolso" pero se ve claramente que se han liado.

- ¿Que tipo de gente roba? ¿Cómo actúan ustedes?

- Lo que yo veo ahora es que hay mucho extranjero que entran en familia y se llevan de todo. Se lo meten debajo de la ropa y tira. En algunos casos ya los conocemos y tenemos prácticamente que perseguirlos por los pasillos. Son rapidísimos. Y se las saben todas. Saben que no podemos registrarlos. Muchas veces les convencemos de que nos devuelvan las cosas porque les decimos que la policía está al llegar. Entonces te devuelven lo que se llevan. Suele ser poca cantidad pero caro. Bebidas, perfumes, algo no perecedero y con venta rápida para ellos. Hay ocasiones en las que se avisan entre los supermercados y ya estamos sobre aviso. Pero es algo que a mí me impresiona mucho. Se la ve gente de vuelta de todo, sin moral. Y gente así es un peligro. Pueden reaccionar bien o muy mal. Siempre procuramos ir dos o más a tratar con ellos.

- ¿Quién compra mejor el hombre o la mujer?

- Se tiende a pensar que la mujer. Pero hay de todo. Por ejemplo, los matrimonios jóvenes vienen juntos y opina tanto ella como él. Compran en equipo. Las personas mayores vienen solas y se tiran dos horas para comprar cuatro cosas. Lo miran, remiran, releen. Entre los de edad mediana hay de todo. Yo veo que las mujeres miran más pero no hay más que ver el carro para ver que compran muchas cosas por impulso. Muchísimas.

- Por ejemplo.

- Los tuperwares. Las mujeres alucinan con los tuperwares. En muchos supermercados los colocan junto a las cajas registradoras al igual que los chicles y las pilas. Se los llevan de todos los tamaños y formas. Eso sí, tienen que ser herméticos y aptos para el microondas. Aunque no sé para qué pueden necesitar tantas formas y colores. Los hombres cuando llenan el carro lo llenan de producto. Ellas siempre se hacen regalos. Que si un pintalabios, una crema. Al menos es lo que yo veo.


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