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   MADRID - CULTURAL -   VIERNES - 10-01-14

André Sánchez. Bailarín profesional moderno


André Sánchez es lo que podemos definir un bailarín moderno, aunque a él le gusta definirse como "Boy". Se ha dedicado durante años a bailar en todo tipo de espectáculos en teatros, salas de fiestas y televisiones. Acompañamiento a cantantes, espectáculos, zarzuelas, ópera, programas de televisión dice que ha tocado todos los palos en una profesión dura desde el punto de vista físico en la que entró por casualidad.


MADRID 10-01-14

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- Su nombre no es André.

- Por temas de trabajo de mis padres nací en Francia por eso un compañero empezó a llamarme así y me pusieron el nombre artístico de André. Me hizo gracia y me lo quedé.

- Es bailarín moderno profesional.

- Sí suena un poco rimbombante pero se define así. Profesional porque vivo de ello, y desde luego no es una profesión al uso, moderno por distinción respecto al bailarín clásico.

- ¿Cómo se accede a esta profesión? ¿Procede del balet clásico?

- Yo no estudié balet clásico. Empecé haciendo lo que se llamaba workout. En un momento dado un ojeador me vio en el gimnasio en el que se entrenaba un cuerpo de baile de una sala de fiestas y ahí empecé. Básicamente era un joven muy en forma con mucha elasticidad. Los bailarines clásicos no pueden dedicarse al moderno porque su cuerpo está adaptado a otro tipo de movimiento. En el baile de coreografía moderna tienes mucho de atleta. Los movimientos son más compulsivos si me apuras más agresivos. El bailarín clásico es mucho más delicado y tiene que vigilar mucho la posibilidad de lesiones. No son carreras compatibles.

- Usted se define como "Boy"

- Cuando empecé hice mucha revista, un género que ha caído mucho, pero que hasta hace pocos años tenía muchísimo público tanto en Madrid como a la hora de hacer bolos (giras). A los chicos se nos denominaba Boys. Es una denominación que viene de los años 20 del siglo pasado. Como anécdota se puede comentar que el creador de la editorial planeta José Manuel Lara fue Boy de Celia Gámez. Es un trabajo con un cierto prestigio. Además la expresión Boy es graciosa. Tiene un no sé qué de frívolo.

- ¿Dónde ha trabajado?

- Mi carrera ha transcurrido en Madrid. Casinos, teatros, salas de fiesta y he hecho mucha televisión pero en shows especiales no he estado en nómina de ningún programa. He tenido ofertas para trabajar en Barcelona, donde siempre ha habido una gran tradición de espectáculo, pero he hecho mi carrera en Madrid donde además estaba la industria de la televisión y el cine, que son un complemento importante a la hora de trabajar.

- ¿Cómo se entra en este trabajo?

- Entrar, entrar yo, como ya he dicho, entré por casualidad. Entré en una compañía que trabajaba prácticamente para la misma empresa dedicada a representaciones en una cadena de teatros que eran del mismo empresario. Al moverte en ese mundo, que es, o era, muy pequeño con pocos profesionales, siempre salían trabajos adicionales, que en la mayoría de los casos debías compatibilizar con otros. Muchas veces tenías una grabación de un programa musical por la mañana, a mediodía grababas un programa de televisión de fin de año, que aunque se emiten en fin de año se van grabando a lo largo del año, por la tarde-noche acudías al teatro para las representaciones, a veces dos, y por la noche acudías a un club o sala de fiestas.

- Suena agotador.

- Bueno, con 18 años recuerdo que además por las mañanas me iba a correr por El Retiro o al gimnasio a hacer estiramientos. Tienes que tener mucho cuidado con las lesiones y debes mantener un tono muscular muy bueno. Y sobre todo vigilar mucho la coordinación. Un mal movimiento tonto y por una lesión puedes tirarte meses de recuperación. Y en este trabajo si no estás bien no cobras. Un bailarín que cojea se ve a kilómetros.

- En una sociedad como esta el dedicarse al baile de espectáculo... Habrá tenido que aguantar de todo.

- Sí los comentarios machistas habituales. Además no veas lo que era hace 20 años decir que tu trabajo era el baile de espectáculo, la gente se te quedaba mirando como el que ve a un extraterrestre. Y por supuesto todo el mundo te pone la etiqueta de ser gay. Hay muchos bailarines gais. Los ha habido siempre. En las artes escénicas hay mucha presencia de este colectivo que está indudablemente dotado de una especial sensibilidad. Yo no lo soy pero tengo muchos compañeros que lo son y muy buenos amigos. Afortunadamente la sociedad ha avanzado muchísimo en España en este y otros aspectos.

- ¿Se liga mucho en este trabajo?

- Todo aquel que sube a un escenario sabe que provoca sentimientos peculiares y difícilmente definibles. Hasta un chaval que se sube a una tarima con una simple guitarra sabe que es así. Se liga, por llamarlo así.

- ¿Hay especializaciones dentro de su trabajo?

- Pues en mi caso se puede decir que he tenido una especialidad, no a la hora de la interpretación, sino a la hora de desempeñarlo, he hecho muchísimas sustituciones, de alguna manera ha sido mi seña de identidad. Si alguien sufría una baja, por lesiones, enfermedades, etc. Yo era la persona a la que llamaban. El sustituto de última hora. También es cierto que cobraba bastante más por ello. He tenido una carrera muy regular. No me ha faltado trabajo nunca.

- Ha hablado de lesiones ¿Ha tenido alguna importante?

- La más importante fue durante una representación. Estábamos en las típicas escaleras coreando la bajada de la vedette principal y alguien tropezó en la parte de arriba y nos arrolló a todos. Caí un poco mal y tuve una simple torcedura. Poca cosa pero estuve unas semanas magullado, aunque como fue en el espectáculo la empresa se hizo responsable y se portó muy bien.

- Hay empresas de variedades con una fama empresarial...

- Eso yo no creo que sea así. Por ejemplo ahí tienes el caso o la fama de José L. Moreno. Yo no he tratado directamente con él pero sí he trabajado para él y te aseguro que el trato ha sido impecable. Muy profesional. Sabe lo que quiere y vive absolutamente el mundo del espectáculo. Sus productoras dan mucho trabajo. Paga lo acordado. ¿Qué más se puede pedir?

- ¿Cómo asume la familia que se dedique a esto?

- En mi caso sin problemas. Mis padres vivieron muchos años en Francia y creo que como consecuencia de esto tienen un ánimo muy abierto, muy europeo. Lo único que les ha preocupado siempre es que tuviera trabajo. Aparte del típico miedo de que te desvíes, caigas en la droga o ese tipo de cosas.

- Ustedes trabajan mucho en el mundo de la noche.

- La droga es un tema que tiene más de leyenda que otra cosa. Por supuesto que he visto entre bambalinas a gente tomando estimulantes pero eso no funciona. Es sacar fuerzas de donde no hay y puedes tener un problema físico y mental tremendo. Lo que sí es cierto es que tras una actuación se toman muchas copas gratis. Pero eso tampoco se mantiene. Si después de una juerga a la mañana siguiente tienes que mover el esqueleto... Te acabas vigilando y dosificando tú mismo.

- ¿Se puede vivir de este trabajo?

- Se gana bien. Yo he tenido suerte y no me puedo quejar. Por mi condición de "sustituto de última hora" he tenido trabajo y creo que bien pagado en un mundo en el que ni imaginaba que podría trabajar. También he permanecido soltero y eso me ha permitido vivir con cierto desahogo.

- Alguna situación peculiar que le haya tocado vivir sobre el escenario.

- En una ocasión una compañera en plena representación cayó muy mal se partió la pierna y se le quedó la pantorrilla en ángulo recto. Fue angustioso. El espectáculo no se detuvo. Sacamos a la chica gritando de dolor y continuamos. La música no paró en ningún momento. El espectáculo debe continuar. La gente va a ver una actuación para evadirse de sus problemas no a salir más angustiado de como entró.

- ¿Cuánto dura una carrera de estas características?

- Ahora pienso mucho en ese tema, rondo los 40 y tengo que ir pensando en hacer alguna otra cosa. Físicamente me encuentro bien y no puedo hablar de achaques porque achaques los tienes desde siempre. Desde los 18 años al día siguiente de una actuación me levanto con dolores por todo el cuerpo, el problema está en recuperarse, con el tiempo tardas más. Tengo que ir retirándome. Ahora voy a abrir un bar con un par de compañeros en una zona de copas. Igual hasta me pongo a estudiar algo.


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