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El entorno del casino de Munilla fue el espacio en el que se expusieron los objetos a la venta de la 5ª Feria Internacional de Antigüedades de Munilla. En la feria se podía comprar todo tipo de productos de la más peculiar procedencia casi siempre acompañados de la pátina del tiempo. Particulares y coleccionistas acudieron a la cita que durante dos días, el primer fin de semana de julio, ofertó quincallerías, joyas, sombreros, bastones, abrigos de piel, imaginería religiosa, muebles antiguos, libros, almanaques, discos de vinilo, gramófonos, electrodomésticos... una auténtico sinfín de productos de la más variada procedencia física y temporal. Desde la organización estiman en unos 30 los anticuarios que participaron en una muestra que ocupó varios locales de gran tamaño, en cerca de 3000 metros cuadrados de exposición, y que contó con numerosos visitantes de las localidades vecinas. |
