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• No puede exigirse a los ciudadanos que cumplan con las recomendaciones cuando la propia Elisa Garrido las incumple
La alcaldesa de Calahorra debe rectificar y dejar su prepotencia y soberbia a un lado, cuando está en riesgo la salud de las personas. Carece de sentido que la ciudad siga con su programación de actividades como si nada hubiera pasado en los últimos días y semanas.
Mientras el número de contagios crece exponencialmente y se producen casos como el de Alfaro en que se recomienda el autoconfinamiento de todos los ciudadanos durante 72 horas, Calahorra sigue con su programa de No Fiestas, organizado por el equipo de gobierno.
No tiene sentido que se recomiende por megafonía -encargada por la propia alcaldesa- aumentar la prevención, cerrar cuartos y huertos y reducir las reuniones familiares a 6 personas, mientras se organizan eventos populares.
Así, según Garrido, no podemos reunirnos con nuestras familias, si sumamos más de seis miembros, pero sí podemos acudir juntos a una actividad que ella se niega a suspender.
Es absolutamente incongruente que se recomienden restricciones y el Ayuntamiento haga oídos sordos a ellas.
La alcaldesa está para mucho más que emitir prohibiciones, que sabemos que le gustan mucho; también está para cumplirlas.
Es por ello que, desde el Grupo Municipal Popular, solicitamos la inmediata suspensión de todos los actos previstos para estos días. |
