Calahorra se levantó en la mañana del 5 de enero con niebla y frío, motivo por el cual es de sospechar que sus Majestades no pudieron aterrizar con sus carrozas voladoras en la ciudad. Por esta circunstancia climatológica debieron llegar a la glorieta del Ayuntamiento en taxi, siendo recibidos al pie de la Casa Consistorial por el alcalde Luis Martínez-Portillo y por el concejal de Festejos, Óscar Eguizábal.
Melchor, Gaspar y Baltasar accedieron al Salón del Plenos donde el alcalde les recibió con un pequeño discurso tras el cual una numerosa chavalerías saludó a sus majestades, incluso alguno se atrevió a entregarles la carta en mano para que no olviden sus juguetes durante el reparto nocturno de esa noche.
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