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La Consejería de Agricultura organizó una charla informativa sobre el control de la mosca blanca en el cultivo de brassicas el jueves 17 en la sala cultural de Caja Rioja - Bankia en Calahorra. Por parte de la consejería acudieron a la charla la Directora General de Agricultura y Ganadería, Mª Jesús Miñana Sierra y José Luis Ramos, técnico de Protección de Cultivos de la Consejería de Agricultura.
Brassica es un género de plantas de la familia Brassicaceae también denominadas Crucíferas. Hay más de 30 especies, silvestres e híbridos, pertenecientes a este género. En esta ocasión se informa concretamente sobre la incidencia en la coliflor y el brócoli, en su denominación popular en esta zona, la pella y la berza.
La mosca blanca es una de las plagas que más problemas están causando en los cultivos de coliflor y brócoli en La Rioja, especialmente en los últimos años, debido a las condiciones climatológicas existentes con un aumento de las temperaturas y la ausencia de precipitaciones. Teniendo en cuenta, además, que actualmente los tratamientos fitosanitarios no permiten por sí solos el control de la plaga.
Debido a los problemas de control de la mosca blanca (Aleyrodes Proletella) en el cultivo de brassicas, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de La Rioja organizó esta jornada divulgativa en la que se expusieron algunas estrategias para actuar contra esta plaga que se han abordado en otras comunidades productoras como Navarra o Murcia. Una divulgación de gran interés ya que el salón de Caja Rioja completó su aforo
El técnico del Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA), Ángel Santos, abrió el acto exponiendo las experiencias de control de la mosca blanca en la comunidad Navarra, en localidades muy próximas a Calahorra como Cabanillas, Ribaforada y Peralta (del 2002 al 2005), que han tenido que enfrentarse a problemas muy graves con esta plaga, extraordinariamente resistente, que no sólo se alimenta de las hojas sino que además al succionar la savia inocula un líquido que mata a la planta. Ángel Santos explicó que la mosca blanza es extraordinariemente resistente a los tratamientos fitosanitarios. La plaga Impide el desarrollo del cultivo que en el mejor de los casos obtiene unas cabezas de menos de 100 gramos. Impide el crecimiento de la flor que no alcanza un tamaño comercial. Para obtener un resultado satisfactorio es necesario e imprescindible que las parcelas conlindantes también se traten. "No hacemos nada tratando una parcela si la de al lado no se trata. De lo contrario cualquier esfuerzo que hagamos resultará inútil. El Gobierno de Navarra hizo una resolución en la que obligaba a destruir los restos de cultivos de las crucíferas para el control de las plagas. Obligado. Incluso podía intervenir el departamento, destruyéndolo por su cuenta y pasando luego la factura". Una de las medidas más eficaces es destruir la planta inmediatamtne después de la recolección, ya sea con la entrada del ganado o pasando el rotavator.
El responsable del equipo de Protección de Cultivos del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), Antonio Monserrat, expuso experiencias similares a las navarras, en Málaga vienen enfrentándose a este problema desde hace 9 años, pero incidió en que las soluciones dependen de cada sitio, de cada caso. "La mosca blanca no aparece por generación espontánea, o la teníamos ya, o nos pasa de la finca del vecino o de muy lejos. Una mosca se puede dejar llevar por una corriente de aire y desplazarse en una hora 30 kilómetros".
Monserrat subraya la necesidad de medidas de higiene y la protección de la fauna auxiliar. No hay que intentar solucionar un problema creando otros quizás mayores. Antonio Monserrat informa que "una sola hembra de mosca blanca es capaz de poner 300 huevos. Una generación se puede cumplir en tres semanas a finales de primavera-verano. Cada nueva generación multiplica por 150 la plaga. En sólo 75 días ya estaríamos hablando de varios millones de moscas blancas, partiendo de una única hembra". Aunque en invierno por el frío mueren masivamente "siempre queda un remanente que resiste hasta la primavera siguiente". En una sola hoja afectada pueden vivir miles de individuos.
Según su experiencia "Si la presión de la plaga es alta los sistemas de protección no funciona ninguno. Aunque utilicemos tratamientos de gran eficacia esa eficacia resultará insuficiente porque la plaga se recupera con muchísima virulencia. Si utilizamos muchos tratamientos se favorece la resistencia a dichos tratamientos. El control biológico y tecnológico será ineficaz. Además la plaga se sitúa debajo de la hoja lo cual hace que los tratamientos no lleguen bien al aplicarlos".
Ambos técnicos coinciden en que los tratamientos que se apliquen deben ser por zonas no por parcelas, deben aplicarse estrategias para zonas amplias. También es fundamental destruir la planta tras la recolección.
Para aquellas personas que estén especialmente interesadas en ampliar información pueden visualizar el vídeo de la charla, de casi una hora, que La Noticia tiene disponible en su página web.
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