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El día de San Blas amaneció lloviendo y así continuó hasta pasadas las 10 de la mañana, cuando los pesados nubarrones dieron lugar a tímidos rayos de sol, que vinieron acompañados de fuertes rachas de viento y frío. La climatología no acompañó mucho a la celebración de la festividad de este santo tan querido en Calahorra.
Personas de todas las edades, a pesar del frío, lluvia, viento y de ser un viernes laborable acudieron a bendecir alimentos ante San Blas, santo especialmente protector de los niños y de las afecciones de garganta.
La misa en honor a San Blas tuvo lugar a las 11 de la mañana en la Catedral. Ofició la ceremonia D. Julián Blázquez quien, en su homilía, además de recordar al santo, tuvo palabras de recuerdo hacia los inmigrantes que tienen tantas dificultades para ser acogidos, "algo que debe dolernos a todos" afirmó.
Tras la tradicional bendición de roscos y alimentos la asociación de Amigos de la Catedral distribuyó, gratuitamente entre los asistentes, porciones del gigantesco rosco elaborado, desinteresadamente, por panadería Mi Pan. Un rosco enorme que, para ser transportado, necesita más de siete personas como se puede comprobar en el vídeo. Amigos de la Catedral dedicará los donativos recibidos en este día especial a la restauración de la Capilla de los Reyes de la Catedral.
A la celebración acudieron el alcalde Luis Martínez Portillo, acompañado de los concejales, Rosa Ortega, Mónica Arceiz, Óscar Eguizábal y Alberto Caro. También asistieron las concejalas Elisa Garrido, Chelo Fernández y Carmen Vea. El alcalde fue invitado a cortar las primeras porciones del gran rosco de San Blas que se distribuyó tras la misa.
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