A finales de enero la Guardia Civil tuvo conocimiento de que se podían estar llevando a cabo actividades de caza furtiva en la zona anexa al Río Ebro a su paso por Rincón de Soto y el 1 de febrero, los agentes procedieron a identificar a los conductores de tres vehículos que circulaban por el camino viejo de Calahorra- Rincón de Soto. Al inspeccionar sus turismo se localizó en el maletero de uno de ellos dos jabalíes muertos, presentando ambos impactos de bala en sus costados, así como un rifle de mira telescópica y munición del calibre 300WN. Finalmente, resultaron denunciados tres varones, dos e 40 años y uno de 53, vecinos de Calahorra y Aldeanueva. Las sanciones pueden oscilar entre los 301 y 3.000 euros.
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